Seguro que sin darnos cuenta a diario consumimos varios alimentos que en su composición llevan edulcorantes. Casi todos los productos bajos en calorías suelen sustituir los azúcares por edulcorantes artificiales. Recientemente un estudio llevado a cabo por investigadores del Weizmann Institute of Science de Israel, ha hecho público que el consumo de determinados edulcorantes pueden provocar diabetes y obesidad.
Parece una paradoja, ya que estos alimentos se inventaron para evitar precisamente esto. Pero debido al aumento de estos casos en la población mundial, se están llevando a cabo estudios sobre los hábitos alimenticios y parece que echar mano de edulcorantes artificiales no es la solución. A continuación vamos a hacernos eco de un estudio llevado a cabo con ratones a los que se les han aplicado las dosis más altas de edulcorantes permitidos.
Este estudio ha sido publicado recientemente en la Revista Nature y deja muy mal parados algunos edulcorantes. Concretamente se centra en tres tipos, la sacarina, la sucralosa y el aspartamo, que son en los que se ha centrado el estudio, que por el momento no se ha realizado en humanos, por lo que es simplemente una aproximación de lo que podría sucedernos.

Cómo afectan los edulcorantes a nuestro organismo
Este estudio ha determinado que el consumo habitual de estos productos desencadena en algunas personas una intolerancia a la glucosa, que es la base en muchos casos para acabar desarrollando una diabetes. En esta fase previa lo que se aprecia es un exceso de azúcar en sangre, además de desarrollar algunas alteraciones metabólicas que pueden acabar desencadenando obesidad en las personas afectadas.
La base de esta reacción por parte del organismo está en las bacterias que componen la flora intestinal, ya que el consumo de estos edulcorantes alteraría la composición y la forma de actuar de éstas. Esto tendría como efecto alteraciones metabólicas causantes de la diabetes y de la posible obesidad.
Pero este estudio tiene algunas sombras, y es que las dosis aplicadas para su testeo, como hemos comentado anteriormente, han sido las máximas aceptadas para el consumo humano por la OMS. En un adulto normal nunca se llegarían a esas cantidades a diario, así que debemos ser precavidos y esperar resultados más concluyentes. Aunque para adelantar terreno, desde Vitónica os recomendamos la ingesta de edulcorantes naturales como la estevia, o la fructosa u otros más calóricos como el azúcar integral o la miel.
Vía | Nature
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4 comentarios
Lara
Donde más flaquea este estudio, motivo por el cual ha levantado "ampollas" en Internet y han sido numerosos sus críticos, es que la muestra para el estudio ha sido SOLO de 7 personas, una cantidad ridícula para que se pueda extrapolar a la salud de la población en general.
Los edulcorantes son un tema peliagudo donde los haya y sin duda queda mucho por investigar. Como todo, la dosis hace el veneno, así que cuanto menos dependamos de añadidos, mejor. Al fin y al cabo, si para tomarte un café necesitas echarle veinte cucharadas de azúcar o su equivalente en edulcorante claramente significa que no te gusta el café, así que mejor cambiar de bebida, ¿no?
frnk.guzman
Valdría la pena que indicaran la cita bibliogáfica del artículo publicado, le daría más seriedad a su columna.