Cada uno tiene su forma de hacer las carreras y, por supuesto, depende de lo que queramos conseguir en una competición. A mí me interesa superarme a mí mismo, por lo que la presión no es muy grande, por eso elijo mi táctica particular: empezar tranquilo y acabar esprintando.
Con el paso del tiempo uno aprende a escuchar a su cuerpo y yo he aprendido que el mío tarda unos minutos en arrancar. No es que haga una carrera cada fin de semana, pero sí que me suelo preparar algunas a lo largo del año. Y he acabado por comprobar que necesito ir en progresión para que todo vaya bien.
Confieso que también he sido de los que empezaba muy rápido por eso de no perder posiciones, pero a mitad de carrera me pasaba factura. Al final opté por comenzar tranquilo e ir poco a poco, notando como en línea de meta hacía prácticamente tiempos similares que en tácticas anteriores, pero las sensación era de sufrir mucho menos.
Otra de las razones por las que he optado por correr en progresión es porque cuando llevas 2-3 kilómetros comienzas a "recoger cadáveres", y eso es algo que motiva. Cuando te pasas gran parte de la carrera adelantando gente que empezó muy rápido, psicológicamente es algo que se nota y te ayuda a tirar, camuflando la fatiga.
Y mi razón favorita para ser un poco conservador en las carreras: me encanta esprintar en el último kilómetro. Porque te queda esa sensación de acabar habiéndolo dado todo. No es lo mismo acabar una carrera fatigado arrastrándote hasta llegar a meta que esprintando con buenas sensaciones.
Al final, como os digo, mis tiempos en carrera no varían mucho de una táctica a otra, pero sí que las sensaciones son mucho mejores yendo en progresión. Noto como mis piernas y corazón se van entonando poco a poco y pueden responderme si les voy exigiendo un poco más. Eso, junto con la sensación de que siempre vas adelantando gente y que puedes acabar muy fuerte, son las razones por las que casi siempre me decido a correr de este modo.
¿Y vosotros, qué táctica utilizáis?
Imagen | Sheffield Tiger
Ver 6 comentarios
6 comentarios
oriba
Los anglosajones lo llaman split negativo (hacer la segunda parte más rápida que la primera) y dan unas razones parecidas. Pienso que dependerá de la distancia de la carrera: un 5Km o menos no puedes aplicarlo, en cambio en media maraton es una muy buena táctica. En cambio en la maratón es otro mundo.
Personalmente si no controlo mucho, el primer Km lo hago demasiado rápido, pero eso de recoger cadáveres a partir del Km 2-3 creo que es un poco exagerado (¿quien se desfonda en 7-15 minutos?), los encuentras (o eres uno de ellos) en los últimos Km.
En cambio estoy totalmente de acuerdo que acabar rápido te llena de moral de victoria (aunque hayan entrado centenerares de corredores antes que tu)
choutos
Pues comparto tu táctica. Cuando comencé a correr sí intentaba apretar un poco al principio para que esos primeros kilómetros no me "penalizaran" en el tiempo total, pero me pasaba toda la carrera sufriendo y tenía que ir muy fino dosificando para evitar una pájara.
Ahora empiezo tranquilo y voy aumentando el ritmo según las sensaciones que tenga. Y es cierto que los tiempos son similares o incluso mejores.
47308
Yo, sin embargo, prefiero empezar fuerte y luego sobrevivir. Comprobé que si intentaba salir más despacio para guardar fuerzas al final mis tiempos eran peores porque no conseguía acelerar lo suficiente para compensar el tiempo más lento del principio. Por supuesto, tampoco hay que ser suicida o se termina pagando. Por ejemplo, suelo marcar más o menos 3:30 en el primer kilómetro de un 10k, para terminar en 38 min (media de 3:48). Siempre dependerá de la carrera, que hay algunas con cuestas al principio que hacen que todo esto cambie, claro.