Segundo post sobre nutrición del especial "Pierde peso en Navidad", y esta semana lo dedicaremos a cómo debemos afrontar las comidas fuera de casa, un tema que según nos habéis hecho saber, es interesante para vosotros. En el anterior post decíamos que los días especiales de la Navidad pueden reducirse a cinco, pero ¿qué pasa con las comidas de empresa y las cenas con amigos?
Por norma general, ese tipo de salidas con los amigos o cenas de empresa son las ocasiones que mayor temor suscitan cuando nos planteamos mantener una alimentación saludable durante la Navidad: el alcohol omnipresente en todas las celebraciones (y especialmente en éstas), el qué dirán, la tentación de la tapa de bravas con las cañitas... Parece que todo juega en nuestra contra, pero es posible comer de forma saludable también fuera de casa.
Antes de salir de casa, come algo saciante: de esta manera no llegarás al bar o restaurante muerto del hambre, y evitarás caer en picar alimentos poco saludables como patatas chips, frutos secos fritos (y ojo, que he dicho fritos), galletas saladas y otros aperitivos que los camareros nos ofrecen para aumentar nuestra sed y que consumamos más bebida.
Consumir alcohol no es obligatorio: os lo aseguro, en los bares sirven más bebidas además de cerveza. No pasa absolutamente nada por pedir una bebida que no tenga alcohol mientras los demás beben. Opciones más saludables que el alcohol pueden ser los zumos naturales. No tan saludables, pero menos dañinas que el alcohol son los refrescos o los zumos envasados. También se puede beber agua, obviamente.
Selecciona platos saludables: si salís a comer y podéis pedir de carta, opta por platos saludables y ligeros. Una ensalada es una buena opción: mi consejo es que, en el caso de que lleva salsa, la pidáis con la salsa "al lado", y así podréis controlar la cantidad que consumís, o si preferís aliñarla de forma tradicional con aceite y vinagre.
Los platos de carne o pescado a la plancha también pueden formar parte de un menú saludable. Generalmente vienen acompañados de una buena ración de patatas fritas: preguntad si podéis cambiarlas por ensalada o verduras al vapor para no añadir calorías extra.
Pasa de los postres: como ya dijimos en otro post, los postres no son necesarios, y mucho menos en ocasiones en las que ya hemos hecho una comida copiosa. Si sientes la necesidad de algo dulce después de la comida, puedes probar con una infusión o algo de fruta. El turrón, los mantecados y los mazapanes, mejor sólo los días especiales.
Después de la comida o la cena, muévete: no caigas en la tentación de irte a casa y quedarte tirado en el sofá. Si se trata de una comida, puedes volver a casa caminando y aprovechar para hacer las compras navideñas si pasas por una zona comercial. En el caso de que hayáis salido a cenar, ¿por qué no completar la noche con un poco de baile? ¡Estamos hechos para movernos, así que... un poco de ritmo y a bailar!
Esperamos que estos consejos os vengan bien para los días que tenéis que comer o cenar fuera de casa: ¡que las Navidades no sean una excusa para seguir entrenando y comiendo adecuadamente!
Imagen | GoodiesFirst en Flickr
En Vitónica | Adelgazar en Navidad: consejos nutricionales básicos para los días de fiesta (y bonus con una rica receta)
Ver 1 comentarios