Muchas personas que siguen una dieta de adelgazamiento siguen con algunas costumbres arraigadas que no se pueden quitar de encima y que van en contra de la pérdida de esos kilos de más. Un ejemplo claro es la ingesta de dulces en el desayuno. Por alguna extraña razón la mayoría de la gente piensa que en el desayuno se puede ingerir de todo, cuando no es así. Es cierto que es la comida más importante del día y debe ser copiosa, pero no debemos bajar la guardia comiendo dulces y bollería industrial que nos acabará haciendo daño a la larga.
Es importante que desterremos de nuestra dieta estos alimentos destinados a la hora del desayuno. No simplemente se trata de los dulces y bollería. Muchos tipos de galletas consideradas bajas en grasas o con fibra tienen altas dosis de azúcares refinados que aumentan nuestros niveles de glucemia de forma muy rápida consiguiendo aumentar la grasa del organismo si no consumimos toda esa energía acumulada de repente. La mejor opción para realizar un desayuno totalmente saludable que nos permita controlar el peso es echar mano de los cereales integrales que nos aportan la energía necesaria para poder funcionar durante toda la mañana, ya que contienen hidratos de carbono complejos que se liberan de forma lenta y el organismo los aprovecha al máximo quemándolos y evitando su acumulación. Además, su contenido en grasas es bajo en contra del poder saciante que tienen que es alto. Esto acompañado de zumo o fruta y leche desnatada o bebida de soja es la mejor opción para mantener la línea.
Imagen | yirsh
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