De cara al verano la mayoría de nosotros suele hacer dieta para marcar los músculos que con tanto trabajo nos ha costado desarrollar a lo largo del invierno. En estos momentos de dieta solemos unirnos a la ingesta de verduras y frutas y decantarnos por las proteínas sin grasas. Ese es precisamente nuestro problema, las grasas, que nuestro cuerpo necesita y al pasar unos días sin ingerirlas éste nos las pide. Este momento es el más peligroso de nuestra dieta.
Cuando nuestro cuerpo nos pide grasa solemos decantarnos por un tipo de alimentos cargados de grasa saturada que nos puede poner en peligro y hacer que nuestra dieta pueda correr peligro. En estos momentos de debilidad es cuando debemos ser fuertes y decantarnos por alimentos que cubran las necesidades que el cuerpo tiene, pero sin pasar por poner en riesgo nuestro físico, y mucho menos nuestra salud.
Es lógico que el organismo nos pida grasa, y más cuando dejamos de consumirla en nuestra dieta habitual. La grasa forma parte de nuestro cuerpo, y es necesaria para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, ya que se encuentra en las células y éstas la utilizan para obtener parte de la energía que necesitan. Por este motivo el cuerpo nos la va a pedir cuando la requiere, lo que pasa que para nosotros esta petición suele manifestarse en forma de bollito, pasteles y demás variedades de grasas saturadas. Este es el riesgo que solemos correr, y por ello debemos ser más espabilados y saber atajar a nuestro cuerpo cuando nos pide esto para así no fallar con la dieta.
Existen otro tipo de grasas que podemos ingerir, no todas son las saturadas, ya que existen las insaturadas y las poliinsaturadas. Este tipo de grasas son las que nuestro cuerpo aprovecha al máximo y no almacena. Por ello cuando nos pida nuestro cuerpo grasas cuando estamos a dieta podemos hacer una cosa, ingerir queso fresco o requesón, don tipos de alimentos cargados de grasas insaturadas, al igual que los frutos secos, que contienen altas cantidades de grasas necesarias para el organismo, así como las sardinas, que son una buena fuente de ácidos grasos esenciales, además de omega-3. A partir de ahora no debemos dejarnos llevar por los deseos, sino que es más importante que nos detengamos a pensar en lo que nos conviene. De este modo podremos mantener una buena alimentación y conseguir un cuerpo y una salud buena.
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3 comentarios
FERODO
Incluso cuando hago algún tipo de dieta si he cogido algún kilito con los excesos de navidad, mi ensalada siempre lleva 2 cucharadas de aceite de oliva virgen y algo de aguacate.
Si añadimos los ácidos grasos del pescado azul, que como a menudo, y una dieta con Hidratos complejos moderados y nada de azúcares simples. Suficientes para bajar algo de peso con salud, un par de kilos y después mantenerlos.
( esto claro está, teniendo en cuenta que hago deporte)
KokOcHo
yo le pongo nueces picadas a las ensaladas... y al pollo a la plancha lo espolvoreo con almendras trituradas (un par de vuletas en el molinillo de la "mixer" y listo)... ya me vino hambre y no son las 10am!
mariaactimel
Cierto, pero las grasas, como bien indicas, también son necesarias (representan un 30-35 % de la energía), pero es tan importante la cantidad diaria cómo la calidad de las mismas.
Lo ideal sería que predominasen las grasas de tipo insaturado, como el aceite de oliva o las que se encuentran en el pescado azul.
Además, se puede tener una dieta sabrosa y rica en nutrientes comiendo sano todo el año!