Menos hablar de tipos de dietas y más hablar de qué hábitos funcionan

Sólo me molestaré en mencionarte una cosa.
En primer lugar, intenta no verter opiniones subjetivas sobre el el "tono" con que interpretas mis palabras dado que es una situación injusta al no poder incorporar algo tan decisivo como mi lenguaje corporal. Por tanto, te sugiero si quieres leer la información en un plano neutral, que destierres cualquier calificación subjetiva ya sea "prepotencia" o similares.
Y concluyendo esta respuesta, un obeso no es obeso porque elige ser obeso. Abre tu mente y documéntate mejor de los factores de obesidad.
Un obeso no necesariamente se come "un shawarma hasta arriba de grasa" parafraseando tu ejemplo, todos los días y eso le llevó a ser obeso.
Un obeso es una enfermedad fruto de múltiples factores. Ambientales, genéticos, químicos, conductuales, educativos, sociales y familiares. Y ya que tengo un ratito, voy a tomarme el la molestia de ejemplificar cada uno de los factores:
Ambientales: Ciudades creadas para sedentarios, donde es difícil moverse caminando o en bici (te animo a que viajes por el centro de Estados Unidos). Múltiples aparatos facilitadores de la via (la lavadora, la plancha, el fregaplatos, el ascensor, la "compra por internet"). Todo eso reduce tu NEAT.
Genéticos: Cuánto más obeso sean tus padres y más tardíamente te engendren, más predisposición a mayor porcentaje de grasa tienes. Cuántas más tonterías haya hecho tu madre en su juventud derivadas de dietas, trastornos alimenticios etc, más predisposición tienes neurobiológica a "almacenar grasa·" porque eso es lo que ha transmitido el cerebro de tu madre al feto ("Cuidado, en esta vida pasamos hambre y hay que hacer acopio de todo lo que podamos")
Químicos: Está más que demostrado que existen Triggers en el cerebro de ciertas personas que se activa en contacto de determinados químicos (sustancias polutivas, medicamente sintéticos o simplemente sulfatos en los alimentos)
Conductuales: Si tus padres no te educan con ciertos patrones desde pequeños ya sea porque ellos no tienen recursos mentales para transmitir una buena educación, ya sea porque no tienen recursos económicos para permitirse una alimentación a base de fruta verdura fresca (en EEUU es más barato el menu del burger king que tristemente !kg de manzanas, y una madre con un dólar tiene que dar de comer a una familia de 7...qué eligiría burger king para todos o 1 kg de manzanas que no son más que 4 manzanas....que no llegan para 7!?)
Sociales: Las niñas crecemos con la portada de Kate moss como estandar de belleza. Las niñas vamos al médico y cuando te sale un percentil de lo que determinadas "tablas aleatorias" consideran saludable te ponen a dieta!!!!!!!!. Las niñas crecemos con la talla 36 como una talla "·grande" que se vende en tiendas de ropa. Las niñas crecemos con la "dieta de la piña para lucir guapa" o la dieta del pepino" para eliminar celulitis". Y de repente aprendemos que si tenemos celulitis, eso nos hace feas, inservibles, y la celulitis es mala, muy mala. Pues ale a la dieta del pepino. Y entras en un yoyo de dietas que como bien sabrás acaban estando por encima de nuestri peso natural como mecanismo de defensa metabólico y hormonal ("haz acopio de lo que puedas que no sabemos cuánto durará el alkimento")
Familiar: Hay niños que crecen con padres obsesivos. Hay niños que sufren acoso por ser distintos. Hay niñas que las ponen a dieta con 5 años porque su madre padece anorexia y tiene una dismorfia corporal tan brutal que la proyecta en los demás.

¿Crees ahora que la obesidad es "comer shawarmas hasta arriba de grasa"?
Te recomiendo el experimento de minnesota que fundó la biblia metabólica en la que se basan hoy día muchos estudios del famosísimo Ancel Keys.
Saludos

Sobre la prepotencia, sobran las explicaciones, es algo que se desprende de tus propias palabras, no necesito verte para evidenciar que vas de sobrado ene ste asunto, sobre todo cuando tachas a cosas como pesar alimentos y medir calorías como "cosas raras y absurdas", y seguidamente das por hecho que el obeso simplemente debería comer para saciarse y no para llenarse. El tema es algo más complejo.

Sobre tu consejo de documentarme, te diré que soy psicólogo, que todo esto lo he estudiado, y ahora además lo estoy aplicando a mí mismo porque soy obeso y he llegado a pesar 120 kilos hasta que me he puesto en tratamiento. Si lees mis palabras con más humildad y menos prepotencia, verás como toda tu parrafada sobra y no aporta absolutamente nada a lo que yo he escrito, ya que he sido el primero que he dicho que la obesidad es una enfermedad y no simplemente comer shawarmas.

En fin, que no dignifico esa conversación dedicando más tiempo

Chapeau!

Muy bonito lo de comer sólo cuando hay hambre, en teoría. El estómago y nuestro cuerpo en general se acostumbra a una cierta cantidad de comida que solemos ingerir, así que entiende eso como normal, y si es más de la cuenta en cantidad, ajo y agua. Una persona que come tres veces lo que debe comer, no va a solucionar su problema a base de "escuchar al cuerpo", y lo mismo una que coma de menos. Simplemente van a sentir el hambre de forma diferente a ti (y me refiero a hambre física, no emocional, ansiedad ni nada así). Además está el hecho de que hay alimentos que sacian más con poco peso y volumen, otros menos, y otros apenas aportando muchas calorías. Y no todos influyen igual en las hormonas.

No se puede dar esa lista de generalidades y esperar que a todo el mundo le vayan bien, porque en cada caso de sobrepeso y obesidad hay un problema. Los hay que comen poco pero muy calórico, los hay que comen mucho aunque sean "cosas sanas", los hay que comen normal pero luego por ansiedad o algún problema psicológico se hinchan de bombas calóricas, algunos se mueven y otros están el día sentados...

En general todo el que es obeso, salvo que haya algún otro trastorno que provoque otro factor, se debe a que hay una descompensación entre las calorías ingeridas y las quemadas por el metabolismo. Se puede ser obeso aún comiendo ensaladas y productos light si por otro lado no se hace ejercicio. Es el caso de muchas personas que lo pasan fatal con la comida y no consiguen perder peso y mantienen una obesidad que les está machacando las articulaciones y otras afecciones orgánicas. El asunto está en que el obeso debe aprender a equilibrar su ingesta de alimentos y su consumo de calorías por actividad física. Las personas que no tienen problemas de obesidad tienen un metabolismo muy activo que consume muchas calorías y además, su apetito es limitado, y de forma natural se sacian sin cometer excesos. El obeso en cambio, puede comer más de 1000 calorías en una comida y quedarse con hambre, y si encima tiene una vida sedentaria, pues su tendencia a engordar es inevitable

Yo empecé el 17 de junio un tratamiento de obesidad porque pesaba 120 kilos, lo que en mi talla suponía obesidad tipo III, con todos los riesgos para la salud que eso conlleva. Y no creas que ni era una persona especialmente sedentaria ni glotona, de hecho, no comía apenas dulces, nunca han sido mi debilidad; no comía comida precocinada, algo que ya dejé hace dos años tirando la freidora; no bebo alcohol desde nunca; iba al trabajo andando y desde hace un año que me compré una bicicleta todos los días iba en bicicleta a todos los sitios.

Pues con todo eso, llegué a los 120 kilos. Detrás lo que había es un autoengaño total y un desconocimiento de muchas cosas. Por ejemplo, yo tendía a comer muchas legumbres porque pensaba que eran muy saludables, y efectivamente lo son, pero lo que no es saludable es hacer una olla de puchero con garbanzos, comerme un plato en una fuente de ensalada, y luego repetir. Ahora me doy cuenta de que me estaba metiendo una bomba calórica impresionante.

Los domingo hacía paella, con casi todo verduras y le ponía pollo en vez de cerdo y si acaso un poco de chorizo, pero nada especialmente pringoso. A priori es un plato saludable, el problema es que mientras hacía la paella comía una vez picoteando, mojando pan en el sofrito, probando el chorizo, probando la carne,... y cuando salía la paella, me comía un buen plato y luego repetía, a veces hasta dos veces. En definitiva, comía en una sola comida como 3 veces lo normal.

Ahora me doy cuenta de las burradas que hacía antes, era un autoengaño continuo, yo me creía que era una persona saludable, y como te he dicho, no tenía hábitos especialmente tóxicos, pero en realidad tenía una necesidad de comida totalmente desproporcionada.

Y en el deporte lo mismo, me autoengañaba pensando que llevaba una vida sana yendo andando o en bicicleta a todos sitios, y que con eso me podía mantener o hasta perder poco a poco peso. Nada más lejos de la realidad, hoy soy consciente de que ir en bicicleta al trabajo no me supone quemar ni tan siquiera las calorías de un bocadillo pequeño de jamón, que es lo que yo me comía picoteando

Lo primero que debe aceptar todo obeso es que esto es una enfermedad crónica, y que aunque puede llegar a estar en su peso saludable, si no se cuida y tiene un control sobre su alimentación y su actividad física, su cuerpo tenderá a engordar de inmediato. Yo ahora sólo me arrepiento de no haberlo hecho antes, porque durante años he estado autoengañándome a mí mismo creyendo que no estaba tan mal, que tampoco estaba tan gordo, que comía sano pero que mi metabolismo era diferente,.... y un sinfín de teorías inventadas de la nada que en nada me ayudaban.

Ahora soy consciente del peligro que corría mi salud padeciendo obesidad tipo III, y si de algo me alegro es de haber cortado esta situación sin haber desarrollado una patología dual, que habría complicado mi recuperación mucho más. La patología dual es por ejemplo, una diabetes, una enfermedad cardiaca, una lesión por sobrepeso que me impidiera hacer ejercicio físico y por tanto, hacer aún más difícil la pérdida de peso.

Ahora voy por la calle y cuando veo un obeso me da mucha pena, especialmente aquellos que se ven con las piernas deformadas por el sobrepeso, con la piel de las piernas casi gangrenada, y que veo una salida de esa situación muy complicada

Se me olvidaba que la cena la acompañó con otro puñado de espinacas