Muchas veces no se trata del alimento que tomemos, sino de cómo lo cocinemos. Así, no es lo mismo hacer unas patatas fritas que unas patatas al vapor, estas últimas evidentemente tendrán muchas menos calorías y serán más digeribles.
A continuación veremos en qué consisten las principales técnicas de cocción light, con las que se consigue no aumentar el contenido calórico de los alimentos y evitar que se pierdan nutrientes:
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Cocción al vapor: consiste en cocinar los alimentos con vapor de agua, es la técnica menos invasiva para los alimentos, por lo que apenas se pierden nutrientes. Es más, se potencia el olor y sabor de los alimentos. Es una buena opción para carnes blancas, pescado y verduras. Incluso puedes añadir vino al agua de cocción o especias para aumentar el paladar de tus platos.
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Papillote: consiste en enrollar el alimento con papel de aluminio, en el que se puede introducir también caldos o vinagretas para aumentar el sabor. Después se mete en el horno y se sirve en el mismo papel. Es ideal para carnes magras y verduras.
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Plancha y parrilla: son dos técnicas similares cuyo truco está en mantener una temperatura constante y no demasiado elevada para evitar pérdida excesiva de nutrientes. Para evitar que el alimento se pegue se pueden añadir unas gotas de aceite vegetal.
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Asados a la sal: en esta técnica el alimento se recubre de sal antes de introducirlo en el horno, con esto se consigue que gran parte de la grasa sea absorbida por la sal, disminuyendo en gran parte el contenido calórico de la carne. Para comer se quita la costra de sal
Vía | Nutrición.pro
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