Con el paso del tiempo nuestro cuerpo no responde igual a las actividades cotidianas, y muchas de ellas se convierten en un suplicio, y es que no debemos olvidar que al fin y al cabo no deja de ser un máquina que como todas puede deteriorarse poco a poco. Esto es lo que les sucede a muchas personas, que a medida que cumplen años comienzan a sufrir achaques y dolores articulares que poco a poco comienzan a cobrar protagonismo en sus vidas pudiendo dar lugar a lo que se conoce como inmovilismo.
El inmovilismo es un mal que afecta a muchos ancianos, y está basado en el miedo al dolor articular. Este miedo lo que hace es que esa persona deje de moverse, realmente el dolor comienza siendo algo aguantable y propio de los años, pero la persona que lo padece teme que vaya a más y por ello deja de realizar acciones que puedan desencadenar de nuevo ese dolor. Por ello poco a poco se produce un deterioro que a la larga acabará por impedir movimientos cotidianos, ya que a medida que la persona permanece sin realizar ningún acto los músculos se atrofiarán.
El inmovilismo es un mal que no solamente se traduce en inmovilidad, sino que además trae consigo otra serie de problemas asociados como el miedo al rechazo social, e incluso problemas de estreñimiento, dolores intestinales, falta de sueño, dolores crónicos reflejos… Por este motivo es importante evitar que el inmovilismo forme parte de nuestra vida, y para ello la mejor solución que queremos proponer en Vitónica es la realización de ejercicio a todas las edades.
Ejercicio contra el inmovilismo
El ejercicio es fundamental si queremos mantener un cuerpo en perfecto estado. Es cierto que la intensidad y la manera de realizarlo no debe ser igual a todas las edades, pero sí que debemos tener actividad para evitar que los músculos y las articulaciones se agarroten y nos duelan. Ante todo y sobre todo debemos dejar de lado el miedo al dolor, ya que una pequeña molestia no significa una gran lesión, sino que simplemente puede ser una sobrecarga por mucho ejercicio… En estos casos debemos descansar esa zona, pero no abandonar la actividad por miedo ha hacernos daño en otra parte.
El ejercicio para evitar el inmovilismo en personas mayores se puede realizar de diferentes maneras. Nosotros lo que recomendamos son actividades que impliquen movimiento, pero que tampoco sean demasiado intensas, pues el dolor se puede complicar y crear más miedo en la persona afectada. Como ejemplo pondremos una actividad como la natación relajada para mantener todo el cuerpo estirado y trabajado, así como la caminata a paso ligero para trabajar las articulaciones de manera poco traumática. Lo mismo sucede con actividades grupales pensadas directamente para personas mayores en las que los ejercicios y la intensidad de los mismos estarán dirigidos a evitar la inmovilidad.
Ni que decir tiene que esto debe ir acompañado de la pérdida de peso en el caso de tener sobrepeso, ya que las articulaciones se verán más resentidas, además de intentar realizar la mayoría de las actividades por uno mismo y así seguir manteniéndonos ágiles y en movimiento por más tiempo. En este aspecto entran los estiramientos que nos ayudarán a mantener mucho más jóvenes las articulaciones.
Imagen | piscue
Ver 1 comentarios