Ya hemos dicho que los padres influyen en la actividad física de los niños, pues en etapa infantil, la vida de los peques depende en gran medida de los adultos. Pero a pesar de que podemos determinar una mayor actividad cuando son muy pequeños, si el padre se mueve los hijos tendrán menos riesgo de ser sedentarios cuando crezcan, es decir, el beneficio no sólo es inmediato, sino que perdura aun cuando los peques llegan a la adolescencia.
Según arroja un estudio de la Universidad de la Rioja, un adolescente tiene cuatro veces más probabilidades de ser sedentario si sus padres nunca han participado en actividades fisio- deportivas en su tiempo libre. Y no hablamos de ser padres y deportistas simultáneamente, sino de llevarlos a un parque cuando son peques, jugar con una pelota o una comba, o bien, andar al aire libre junto a los más pequeños de la familia.
Los adolescentes evaluados tenían entre 12 y 16 años y mostraron que si los padres utilizan su tiempo de ocio para involucrarse en actividades físicas o deportivas, ellos también tienen más probabilidades de hacerlo.
En muchos casos los adolescentes percibieron que sus padres se preocupan más por los resultados académicos y restan importancia al tiempo dedicado a la actividad, algo a tener en cuenta porque somos los adultos de la familia los que debemos colocar en un lugar relevante la realización de ejercicio, no sólo por la salud actual y futura, sino por su función social, sobre nuestro autoestima y también, sobre el rendimiento intelectual.
En definitiva, si desde muy pequeños los padres comparten su tiempo de ocio con los hijos practicando algún deporte, jugando activamente, corriendo, pedaleando o andando, cuando los peques crezcan tendrán menos riesgo de ser sedentarios.
Vía | Peques y Más Imagen | Mikebaird
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baruk
En mi caso es que he tenido bastante suerte. Desde pequeño me "obligaron" a jugar en algún equipo, al principio, con 5 años, futbol, pero lo odiaba, al final, con 8 empecé con el rugby, todo un descubrimiento. Aprendí a montar en bicicleta con 3 cuando mi madre me llevaba todos los días al parque, y más crecidito nos íbamos los fines de semana los dos con las bicicletas. Mas mayor, sobre los 11 me iba con mi padre. Aprendí a patinar con 6 por mi abuela, que me llevaba andando 10 kms hasta una pista de patinaje donde podía alquilarlos. Mis primeros patines me los regaló mi otra abuela. Con 8 años me iba a hacer senderismo con mi abuelo. Y mi padre, hasta los 15, 16 años, me llevaba a mi y a medio equipo de rugby en el coche a entrenar o a los partidos. Si fuese ahora y nos pilla la guardia civil se queda sin carnét, llegamos a ir 8 más mi padre en el coche.
En mi familia han estado muy involucrados conmigo en el tema del deporte