Siempre hemos escuchado que el queso engorda mucho y casi nunca es un alimento recomendado en dietas de adelgazamiento. Esto es cierto, ya que la mayoría de quesos contienen altas dosis de ácidos grasos de origen animal, pero existe un tipo de queso que es todo lo contrario, se trata del queso fresco.
Está elaborado a base de leche de oveja, por lo que el contenido graso es más bajo. A esto tenemos que sumarle que es un alimento ligero y apetecible al paladar, lo que lo convierte en un habitual de dietas hipocalóricas, y en alimentación de personas que realizan deporte habitualmente, pues tiene un alto contenido en proteínas como todos los productos derivados de la leche.
El queso fresco es una variedad que tiene en su composición un contenido mínimo de grasas, concretamente entorno a un 7% de sus componentes son grasas propias de la leche de oveja. No debemos olvidar que esta variedad de leche contiene ácido linoléico conjugado, más conocido como CLA que ayuda a reducir la grasa que hay en nuestro organismo aumentando el gasto de energía y con él la combustión de las grasas.
El queso fresco por lo tanto es un buen aliado para mantener nuestro peso y evitar la acumulación de grasas en las arterias que nos pueden provocar a la larga diferentes enfermedades cardiovasculares. Además de ser un alimento recomendado en personas que realizan deporte, pues el CLA propiciará la obtención de energía a través de nuestras grasas.
El queso fresco nos aporta altas dosis de vitaminas y minerales. Destaca el aporte de vitamina A, B y D importantes para mantener unos tejidos corporales en perfectas condiciones. Esto le convierte en un aliado de nuestras articulaciones y fibras musculares.
Entre los minerales hay que destacar el aporte de calcio que nos brinda, que mediante la acción de la vitamina D nuestros huesos lo asimilan y se vuelven más fuertes. Su ingesta es muy beneficiosa para prevenir enfermedades como la osteoporosis. Otros minerales que nos brinda son el magnesio, fósforo y sodio, importantes para llevar a cabo las principales funciones vitales.
El aporte proteico convierte al queso fresco en un alimento ideal en épocas de crecimiento como en dietas en las que se busca un aumento de la masa muscular, ya que contiene entorno a 7 gramos de proteínas por cada 100. A esto debemos sumar su bajo aporte calórico, y es que únicamente nos ofrece 100 calorías por cada 100g de producto. Esto es lo que hace que el queso fresco sea un alimento que debe estar siempre en nuestra dieta.
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Delgado
Los quesos desnatados siguen el mismo proceso de tratamientos que la leche desnatada, es decir, se le quita la grasa y se le añaden otras sustancias como vitamina D que se pierde con la grasa…. Desde luego que es una buena opción para mantener el peso, pero no es una forma tan sana y natural como el queso fresco que apenas ha sufrido procesos químicos para su elaboración.
Aunque no está mal la opción para todo el que no le guste el queso fresco.
Jonatan
Quitando lo del CLA los quesos frescos desnatados (o los llamados 0%) tendrían los mismos beneficios que estos? Porque creo que tienen un mayor aporte protéico y practicamente 0% de materia grasa.
guillemadrid
Yo como queso fresco blanco, que se hace aquí. Supongo que será igual o parecido http://www.quesoblanco.ch/index.php?language=es