Las siestas se han vuelto muy recurrentes en la sociedad moderna pero, ¿qué beneficios tienen para nuestra salud y estado mental?. Y ¿realmente las realizamos de forma correcta para aprovechar el máximo sus beneficios?
Además, por lo general deberíamos entre 7 y 9 horas, entonces, si ya hemos dormido esa cantidad de horas por la noche, ¿vale la pena echarse una siesta?
Cómo hacer las siestas bien
En primera instancia, lo ideal es cumplir la cantidad de horas recomendadas por la noche para tener un mayor rendimiento durante el día, pero a veces no somos capaces de conseguirlo porque tenemos compromisos o problemas que nos lo impiden.
Por ello, hacer siesta es muy recomendable cuando nuestro sueño nocturno es insuficiente, siempre y cuando ésta no compromete el descanso nocturno, porque entonces no vale la pena echarse la siesta.
Lo más normal, en la sociedad actual, es hacerte una siesta después de la hora de comer, pero evidentemente el momento y la duración de la siesta depende de cada uno de nosotros. Ahora bien, es aconsejable que la siesta se aleje lo suficiente de nuestras horas de sueño para no comprometerlas.
Aún así, todo esto depende del tiempo que duermas por la noche, contra menos tiempo duermas por la noche más notables serán los beneficios de las siestas.
Lo mejor sería que durmieras muy bien por la noche y, si no puedes hacerlo complementarlo con una siesta para ayudarte. Pero si echarte una siesta altera tu descanso nocturno, te aconsejamos que intentes acortar su duración o que no la hagas directamente.
Los beneficios de echarse una siesta
El acto de dormir mejora el rendimiento y la recuperación, además que dormir una cantidad de horas suficiente (entre 7 y 9 horas), puede ayudarnos a perder grasa y a ganar masa muscular.
Entonces, para conseguir estos beneficios, sencillamente hay que aumentar la cantidad de horas que durmamos por la noche. Efectivamente, no siempre podemos dormir todas esas horas, entonces hay que recurrir a la siesta.
Además, las conclusiones de varios estudios son muy claras, indican que si no duermes todas las horas recomendadas por la noche, echarte la siesta va a venir bien casi independientemente de su duración. Además de mejorar tu rendimiento casi independientemente si tienes una falta de sueño nocturno o no.
Eso sí, parece que para mejorar el rendimiento físico es recomendable que te eches unas siesta de unos 30 minutos, en cambio, para mejorar el rendimiento cognitivo, tu siesta debería ser de unos 45 minutos.
A medida que se han hecho estudios sobre los beneficios de realizar siestas después de comer, a nivel de salud, mostraron que se disminuía la presión arterial y el riesgo de sufrir infartos.
Y a nivel mental, la siestas, a parte de mejorar el rendimiento y la recuperación, ayudan a mejorar los estados de alerta y nuestras capacidades de reflejos.
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