Seguramente que si preguntamos a la mayoría de gente que conocemos que practica deporte de manera habitual nos dirán que su forma física no es la que quieren tener y sobre todo que no ven su cuerpo como les gustaría que estuviera. Es cierto que la gran mayoría de nosotros nunca nos vemos como queremos. Por ello en este post vamos a hacer hincapié en la percepción de nuestro cuerpo cuando hacemos deporte.
Es cierto que las metas van variando dependiendo de cada persona y es que el ser humano cada vez quiere más y nunca está de acuerdo con lo que tiene. Esto es lo que suele suceder con las personas que practicamos deporte. A pesar de que querer mejorar es algo bueno, es importante que seamos conscientes de que siempre debemos saber cuál es el límite, y por ello vamos a mencionar algunos de los peligros de querer seguir avanzando en los entrenamientos.
Ante todo es importante que seamos realistas con los objetivos que somos capaces de conseguir. Buscar metas irreales que no se ajustan a nuestras cualidades físicas es el principio de todos los males que vendrán de una mala percepción de nuestro cuerpo. Esto nos hará caer en errores que pueden pasarnos factura con el tiempo.
El riesgo de forzar el cuerpo al máximo
Esta falsa percepción lo que nos hace es llevar nuestro cuerpo al máximo corriendo el riesgo de lesionarnos de forma sencilla. A esto hay que sumar el desgaste corporal que ello conlleva y que a la larga puede degenerar en trastornos crónicos. En muchos casos a lo que se recurre es a otra serie de acciones como el uso de sustancias prohibidas que acelerarán la consecución de resultados pero que pondrán en peligro nuestra salud.
Ni que decir tiene que esta búsqueda de la imagen ideal que según nuestra percepción no tenemos, puede acabar por acarrearnos problemas personales, ya que las ansias por conseguir lo que buscamos nos harán dejar todo en un segundo plano, descuidando amistades y terreno personal.
Es fundamental que no nos obsesionemos con la consecución de unas metas falsas. Saber cuáles son nuestras posibilidades y conocernos al máximo es esencial si lo que queremos es no frustrarnos y recurrir a métodos poco saludables. En el deporte es bueno su práctica, pero llevarlo al extremo es igual de malo a la larga para el organismo que no practicarlo.
Imagen | Wigwam Jones
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gustav96
Déjenme compartir mi experiencia personal: hace un año entrenaba como loco 5 días a la semana más de 2 horas, junto con ejercicios de abdomen diario. Quería verme musculoso, con un abdomen bien marcado, lo que paso después de unos 3 meses... fue un desgarre muscular en los músculos intercostales del lado derecho, lesión que me tuvo detenido y excluido de cualquier actividad física durante 5 meses!
Al punto que quiero llegar con esto es que, como menciona el artículo, debemos tener precaución en cuanto a nuestros límites y fijarnos metas alcanzables para que después no lleguen a ocurrir sucesos los cuales pudimos haber prevenido o evitado.
raul
tienes razón, yo me veo de una forma, y la gente me dice que me he quedado en los huesos, supongo sera por lo que he perdido, pero no me encuentro a gusto aun, yo me veo que necesito perder mas, también decir que aunque hago ejercicios con hierros lo que mas hago es correr!!! y si, he perdido peso, he ganado masa muscular y lo noto y lo veo...pero quiero massssss!!!!!! tenemos que tener cuidado porque de hacer deporte y estar bien a obsesionarse...hay un paso!
marinw
Es cierto que siempre querer más puede llevar a una obsesión insana, pero yo personalmente creo que nunca llegaré a ser todo lo grande que quisiera. Lo importante es tener una meta pero saber que quizá nunca la alcances, pero siempre puedes trabajar duro para acercarte lo máximo posible a ella.