La alimentación es una predisposición que tiene mucho que ver con la personalidad de cada uno de nosotros. Es importante tener una cierta actitud frente a determinados alimentos para así controlar lo que ingerimos y mantener una buena salud y un correcto peso.
La educación y las costumbres sociales son un punto determinante a la hora de adquirir unos determinados hábitos alimentarios. Lo que vemos en nuestras casas nos va a marcar mucho a la hora de comer y de saber qué tipos de alimentos nos gustan más o menos. La gastronomía es cultura al fin y al cabo, y como tal debemos incidir en mejorar nuestros hábitos si los que hemos adquirido no son del todo saludables.
Es importante que para ello llevemos a cabo una reeducación alimenticia para mejorar nuestras costumbres. En muchas ocasiones éstas se basan en una pobre variedad alimenticia, basándose nuestra dieta únicamente en un determinado grupo de alimentos como pueden ser las carnes o los pescados. Es necesario que para estar en perfectas condiciones dotemos a nuestro organismo de todos los nutrientes que necesita y que conseguiremos en los diferentes tipos de alimentos.
Para mejorar nuestras costumbres alimenticias es importante que cambiemos nuestra mentalidad y actitud frente a los alimentos y que sepamos lo que realmente nos conviene. Es importante que conozcamos a la perfección la pirámide alimenticia en cuya base se encuentran los hidratos de carbono que son la base de toda alimentación. Los vamos a encontrar en alimentos como los cereales integrales, que deben estar presentes en todas nuestras comidas.
Después estarían las frutas y verduras que también deben estar presentes en nuestra dieta diaria, ya que nos aportan vitaminas e infinidad de nutrientes necesarios para el organismo. El siguiente escalón, y en el que fallamos la mayoría de nosotros es en el apartado de las proteínas, que es donde entrarían las carnes, pescados, huevos y lácteos. Es importante que no nos excedamos con este tipo de alimentos, cosa que muchos de nosotros hacemos y que consideramos como algo normal que debemos corregir para aumentar la ingesta de vegetales y de cereales.
Por último tenemos el apartado de las grasas que son los alimentos que debemos evitar, y que solamente se deben consumir en determinadas y muy escasas ocasiones. En este apartado estarían los dulces y las grasas saturadas que tan perjudiciales son para el organismo. Lo malo de ser fieles a un tipo de dieta es que el paladar se acaba acostumbrando, y por ello debemos hacer que sea capaz de disfrutar cada sabor y no solamente el de las grasas que es el más atractivo.
Para lograr que podamos comer de todo, y evitar así la ingesta masiva de grasas, es importante comenzar poco a poco a seguir una dieta equilibrada en la que tengamos en cuenta los diferentes escalones de la cadena alimenticia. De esta manera lograremos una salud mejor y un cuerpo en su peso ideal.
Imagen | woodsy
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