Si aun estas buscando perder unos kilos de cara al verano, no te dejes llevar por estrategias mágicas que pueden dañar la salud. A continuación os alertamos de la dieta Haas realizando el análisis de esta dieta milagro que luce muy bien pero puede generar problemas al organismo.
¿En qué consiste la dieta Haas?
La dieta Haas debe su nombre al Dr. Robert Haas que la originó en los años 80 en Estados Unidos y fue muy popular dado que proponía perder peso a base de ejercicio e hidratos de carbono mientras eliminaba las grasas casi por completo.
Es una dieta de alrededor de 1000 Kcal diarias donde si bien el 80% de la energía deriva de los hidratos, estos se encuentran presentes en pequeñas cantidades dado que se trata una dieta con bajo aporte energético. No se adicionan cuerpos grasos a la dieta y las proteínas se encuentran en pequeñas cantidades derivadas de productos como pescados magros, pollo, lácteos desnatados y huevo.
Las raciones de carne no superan los 150 gramos diarios y los hidratos derivan principalmente de frutas y verduras. Siempre esta dieta se propone junto a la realización de actividad física.
Con esta dieta se pueden perder hasta 3 kilos por semana.
Errores de la dieta de Haas
Si bien se trata de una dieta un poco más llevadera que aquella que elimina por completo los hidratos, es una dieta muy restrictiva en cuanto a cantidades y de muy bajo valor calórico. Además, tiene un error principal que es erradicar un grupo de alimentos como son los cuerpos grasos de la dieta.
El hecho de prohibir el aceite y otros cuerpos grasos, hace que se corra riesgo de sufrir carencias nutricionales ya que no estaremos consumiendo ácidos grasos esenciales que el cuerpo tampoco produce y por otro lado, podemos reducir la absorción de vitaminas liposolubles como son la vitamina A, D, E y K.
Por otro lado, dado que se restringen tanto las calorías y la pérdida de peso es rápida y marcada, se corre riesgo de sufrir efecto rebote posterior que por supuesto nadie desea.
Imagen | Typofi y Lockstockb