La nutrición hospitalaria es un área especialmente delicada dentro de la restauración colectiva, y bien lo saben quiénes se dedican profesionalmente a esta rama.
Qué alimentos ofrecer en el menú del paciente puede marcar la diferencia en el proceso de recuperación, sobre todo cuando estamos ante enfermedades y situaciones especiales donde es necesario implementar una dieta muy concreta. Por ello, la selección de platos saludables, apetecibles y nutritivos en la alimentación hospitalaria debería ser uno de los objetivos primordiales dentro de nuestro sistema sanitario.
Sin embargo, no siempre es fácil elaborar preparaciones culinarias en grandes cantidades que cumplan con todos estos requisitos mencionados. Debido a esto, es bastante frecuente encontrar en el plato del paciente productos muy procesados que son altamente desaconsejables desde el punto de vista nutricional.
La polémica sobre la dieta ofrecida en hospitales
Precisamente, esta situación fue denunciada por el chef Juan Llorca (@LlorcaJuan) en su perfil de Twitter, espacio donde publicó una imagen relativa al surtido de alimentos ofrecidos a una niña pautada con dieta blanda tras una operación medica.
Dieta blanda para una niña de 4 años recién operada en el hospital.
— Juan Llorca (@LlorcaJuan) November 27, 2019
Sólo en el desayuno, puede tomarse alrededor de 20gr de azúcar.
¿De verdad no se puede hacer mejor? pic.twitter.com/E6zpi4dh1f
Como no podía ser de otra forma, el contenido se viralizó con facilidad mostrando diversas reacciones entre los usuarios que interaccionaron con la publicación.
Un gran número de profesionales sanitarios se mostraron descontentos con la situación, argumentando que este tipo de productos no deberían ofrecerse en un entorno dedicado al cuidado de la salud bajo ningún concepto.
Por qué se suministran alimentos insanos en el hospital
Según comentaba el dietista-nutricionista Juan Revenga (@juan_revenga) al hilo del tweet anterior, uno de los principales motivos del empleo de productos ultraprocesados en nutrición hospitalaria se podría deber en muchos casos a motivos económicos, no tanto a una falta de fondos como si a una deficiente planificación en materia de nutrición, dando prioridad a otras áreas.
Además, los productos envasados que no necesitan refrigeración ofrecen una mayor comodidad a la hora de gestionar el flujo de suministro de alimentos dentro del centro. Todo ello también supone un ahorro logístico al no trabajar con alimentos que necesitan de una preparación culinaria previa.
Cómo debería ser una dieta blanda
La dieta blanda es aquella planificación dietética encaminada a ofrecer alimentos saludables y nutritivos que permitan proteger el aparato digestivo en el marco de una recuperación hospitalaria, ya sea durante el tratamiento de una enfermedad o en un postoperatorio, por ejemplo.
Habitualmente, atribuimos el concepto de dieta blanda al consumo de alimentos que son fáciles de digerir como por ejemplo jamón York o arroz blanco. Sin embargo, no siempre contemplamos todas las opciones saludables que este tipo de dieta puede ofrecernos.
En esta infografía elaborada por los dietistas-nutricionistas Aitor Sánchez (@Midietacojea) y Lucía Martínez (@Dimequecomes), se ofrecen diferentes alternativas de dieta blanda que permiten compatibilizar el seguimiento de este modelo alimentario con la salud.
Recomendaciones generales en dieta blanda
- La cantidad de alimento a ingerir debe ser pequeña, repartida en varias veces al día
- La temperatura de los alimentos no debe ser ni muy fría ni muy caliente
- Cocinas con poca cantidad de aceite, sal y especias
- Masticar bien durante las comidas y de forma pausada
- Reposar tras las comidas para facilitar la digestión
No es fácil gestionar la nutrición de un hospital
A pesar de las notables deficiencias en materia de nutrición que todavía encontramos en nuestro sistema sanitario, debemos ser conscientes de la dificultad que entraña la gestión de la nutrición hospitalaria.
Existen muchos tipos de dietas terapéuticas adaptadas a las necesidades individuales de cada paciente, como por ejemplo dietas bajas en sal, dietas para diabéticos o dietas sin gluten que deben implementarse a la vez, por lo que su gestión y elaboración in situ no es sencilla.
En la mayoría de ocasiones, los centros sanitarios recurren a empresas externas o de catering que se encargan de la elaboración de menús en grandes cantidades. Sin duda, una apuesta eficaz en materia de seguridad alimentaria pero en ocasiones deficiente en términos nutricionales, y sobre todo organolépticos.
Recordemos que, los espacios públicos dedicados a la salud siempre deben ofrecer alternativas saludables, seguras y que ayuden a la recuperación del paciente de forma correcta en materia de alimentación. No deberíamos esperar menos de un sistema sanitario eficaz.
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Imágenes | iStock | Aitor Sánchez www.midietacojea.com y Lucía Martínez www.dimequecomes.com
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