La diabetes tipo 2 es a diferencia de la diabetes tipo 1, una enfermedad condicionada por nuestro estilo de vida, pues aunque suele haber predisposición genética, hay otros factores que influyen en la aparición de la misma y que podemos mantenerlos a raya como los que mostramos a continuación.
Aunque siempre fue considerada la diabetes de la edad adulta, ya hay niños que presentan diabetes tipo 2 a causa de un marcado sobrepeso que, acompañado de un estilo de vida comienzan a generar una resistencia a la insulina que impide que los niveles de glucosa se controlen bien en sangre.
Te contamos todos los factores (modificables y no) que influyen en el desarrollo de diabetes tipo 2 y cómo controlar aquellos que están a nuestro alcance.
Exceso de peso y grasa corporal
Cuando el sobrepeso es muy marcado, todo el organismo comienza a funcionar mal y los depósitos de grasa se incrementan a niveles que provoca la infiltración de lípidos fuera del propio tejido adiposo.
Esto hace que entre otras cosas, podamos encontrar grasa en el hígado, en corazón, páncreas y otros órganos y ello, produce inflamación así como una alteración metabólica tal que es responsable de la resistencia a la insulina, es decir, de que nuestras células no respondan como antes a la acción de esta hormona que reduce el azúcar o la glucosa circulante en sangre.
Así, un peso elevado y más aun por largo tiempo es un factor de riesgo para sufrir diabetes tipo 2. Se trata de un factor perfectamente evitable y que podemos modificar para controlar o incluso evitar la enfermedad, pues el logro de un peso sano puede reducir en hasta un 60% el riesgo de sufrir diabetes tipo 2.
Dieta de mala calidad
Factores alimentarios que pueden generar obesidad también suelen ser responsables de alteraciones metabólicas que con el tiempo influyen en el desarrollo de diabetes tipo 2.
Así una dieta rica en harinas refinadas y azúcar, carnes procesadas, alcohol y concentrada en calorías puede favorecer la presencia de diabetes tipo 2.
Cambiar la forma en que comemos es perfectamente posible si nos esforzamos para ello y por lo tanto, cambiar cereales refinados por integrales, escoger comida casera en reemplazo de comida rápida, carnes frescas y sobre todo pescados para sustituir carnes procesadas así como evitar los azúcares añadidos puede ser de gran ayuda para prevenir la diabetes tipo 2 o controlar su presencia en el organismo.
Alimentos ricos en fibra también serán de gran ayuda como es el caso de las legumbres, frutas y verduras o cereales integrales.
Descanso insuficiente o de mala calidad
Un buen descanso nocturno es requisito imprescindible para cuidar la salud, y reduce entre otras cosas, el riesgo de sufrir diabetes, ya que dormir muy poco o mucho puede afectar la tolerancia a la glucosa.
Más allá de la cantidad de horas que descansamos, es fundamental lograr un descanso de calidad que nos permita recuperarnos y estar en perfectas condiciones al día siguiente.
Con una rutina diaria y buenos hábitos podemos lograr un buen descanso cada noche y así, reducir las probabilidades de sufrir diabetes tipo 2.
Sedentarismo
El sedentarismo o la inactividad física es otro factor perfectamente modificable que incrementa las posibilidades de sufrir diabetes.
Pasar mucho tiempo sentado perjudica la salud considerablemente y actividades sedentarias como ver televisión se han asociado a mayor riesgo de sufrir diabetes.
Para prevenir la enfermedad es fundamental llevar una vida activa, lo que implica no sólo hacer un mínimo de ejercicio cada día sino también, limitar el tiempo que pasamos sentados e inmóviles y reemplazarlo por actividades cotidianas que incrementan considerablemente el tiempo que pasamos en movimiento.
Predisposición genética
Más allá de todos los factores que pueden incentivar la aparición de diabetes tipo 2 antes dichos, tenemos un único factor que no podemos evitar: la predisposición genética.
Aunque la diabetes tipo 1 es la única determinada por genes únicamente, la diabetes tipo 2 tiene su influencia genética también, algo que es importante considerar pues los hábitos pueden controlar la expresión de dichos genes.
Buenos hábitos de vida o evitar los factores de riesgo antes dichos pueden ser clave para que los genes no acaben produciendo la enfermedad sino que por el contrario, se inhiban en un ambiente poco propicio para el desarrollo de diabetes.
Como podemos ver, la diabetes tipo 2 también tiene un factor de predisposición genética, pero en su desarrollo influyen muchos más factores modificables asociados al estilo de vida que nos hablan de lo mucho que importan nuestros hábitos al momento de prevenir o controlar esta enfermedad que crece día a día.
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