Electroestimulación y su uso en la recuperación de lesiones

La electroestimulación es un viejo conocido en la recuperación de lesiones. Lleva mucho tiempo aplicándose en las sesiones de fisioterapia, y también mejorando en cuanto a sus indicaciones y usos.

En este caso nos referimos a estimulación local, utilizada con fines terapéuticos, donde los principales objetivos son actuar contra el dolor y provocar contracción muscular. Veamos cómo se consigue esto:

Electroestimulación para el control del dolor

Aliviar el dolor es una de las indicaciones de ciertos tipos de corrientes eléctricas, el conocido TENS, que es un tipo de corriente que, aplicada en una zona concreta durante un tiempo determinado (se recomienda en torno a 30-40 minutos) consigue alivio del dolor en la zona. Hay otras corrientes analgésicas (algunas con mejores efectos), pero el TENS es famoso porque se comercializa en aparatos pequeños y económicos, mientras que para otro tipo de corrientes se necesitan aparatos costosos.

Hay diversos tipos de corrientes analgésicas, y todos son útiles para reducir el dolor en la zona, lo cual ayuda a la relajación y a poder realizar ciertos ejercicios o actividades que no se podrían hacer si la zona está con mucho dolor.

La ventaja del TENS es que suelen ser aparatos de pequeño tamaño, con pocas contraindicaciones, por lo que el paciente (asesorado por el fisioterapeuta, no se recomienda hacerlo sin control sanitario) puede aprender a utilizarlo en casa.

Electroestimulación para potenciación muscular

Recuerdo que hablamos de tratamiento local, no hablamos de chalecos de entrenamiento o estimulación de tipo global, que ya sabemos que tiene ventajas, pero también algunos inconvenientes de gravedad.

  • En el caso de la electroestimulación local, se puede emplear, por ejemplo, para trabajar la musculatura en caso de que la persona tenga que realizar reposo. Por ejemplo, para trabajar la musculatura del muslo tanto antes como después de una operación de ligamento de rodilla. Así ayuda a reducir la perdida de masa muscular y contribuye a recuperar la masa y volumen.

  • También se puede emplear para corregir desequilibrio entre grupos musculares, potenciando de manera específica los músculos que estén más débiles.

  • Y se puede utilizar como complemento al ejercicio activo, en una fase avanzada de la recuperación; por ejemplo, mientras el sujeto realiza un ejercicio, se realiza estimulación específica de los músculos implicados, para aumentar el reclutamiento de fibras motoras y, por lo tanto, la intensidad de la contracción muscular al realizar el ejercicio.

Las técnicas de electroterapia suponen un amplio abanico dentro de las técnicas empleadas en fisioterapia para ayudar tanto a prevenir como a la recuperación de lesiones. Por ello siguen siendo una buena opción a tener en cuenta por sus beneficios, aunque debemos tener presente que requieren ciertos conocimientos para un buen uso y que tienen, en algunos casos, contraindicaciones y efectos secundarios, por ello, consultad siempre a profesionales sanitarios.

¿Habéis tenido experiencia con este tipo de corrientes en algún tratamiento? Dejandos vuestros comentarios.

Fuente | Cameron MH. Agentes físicos en rehabilitación: de la investigación a la práctica, 4ª ed. Barcelona: Elsevier; 2014.

En Vitónica | Electroestimulación en el deporte (I): conceptos básicos

Imágenes | Microgen y Microgen en Shutterstock (con derechos de autor)

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