Teóricamente la tecnología está entre nosotros para hacernos el día a día más fácil y para mejorar nuestra calidad de vida, ¿o no? A diario vemos cómo inventos de los que no disponíamos hace años han mejorado sobre todo nuestras relaciones interpersonales. Los teléfonos nos permiten comunicarnos al instante con cualquier persona que se encuentra lejos, ya sea por medio de la voz, por mensaje escrito o por vídeo-conferencias. Pero un excesivo o mal uso de estas tecnologías también puede perjudicarnos.
Nuestra calidad de vida ha mejorado sensiblemente con estos avances, aunque por otro lado también nos vemos expuestos a ciertas patologías, dolencias o lesiones típicas de esta era tecnológica. Repasamos las lesiones más comunes de la era tecnológica y te contamos cómo puedes solucionarlas.
Síndrome del túnel carpiano
La lesión más común para los que se pasan el día delante del ordenador y clickeando sin parar con el ratón. Se trata de una inflamación de los tendones que recorren el antebrazo a la altura de la muñeca, y que produce un cierto calambre u hormigueo bastante molesto en los dedos de la mano.
El dolor remite con descanso (es difícil descansar del ordenador, sobre todo si trabajas con uno, lo sé, pero es lo que se recomienda) y una forma efectiva de evitarlo es colocar la muñeca de la mano que maneja el ratón sobre una almohadilla blanda.
"Whatsappitis" o dolor en los pulgares
No, el nombre no es real (¿se te ha inflamado el whatsapp?) pero es una forma muy visual de describir en qué consiste esta patología. Básicamente es el dolor o molestia en la zona del metacarpiano por un uso abusivo a la hora de teclear mensajes de texto. Esto ocurre, al igual que el síndrome del túnel carpiano, por una inflamación del tendón que controla el movimiento de flexión de los dedos.
Para prevenirlo, tómate un descanso de tanto whatsapp: puedes relegar su uso a ciertas horas del día y salir de algunos grupos que no aporten mucho. Menos whatsapp y más llamar por teléfono; además, tu madre te lo agradecerá.
Dolor y sobrecarga cervical
Ya hablamos en anteriores ocasiones de la tensión excesiva en el cuello y la carga desmesurada sobre la columna cervical que nos puede causar el uso indebido de móviles y tablets. Generalmente mantenemos estos dispositivos en nuestro regazo mientras los utilizamos, por lo que nos vemos forzados a inclinar nuestro cuello hacia abajo de forma antinatural para poder ver las pantallas.
¿La solución? Mantener los dispositivos a la altura de los ojos. Quizás al principio los demás te miran raro, pero tú ganarás en salud. Touché.
Hombros y espalda cargados por pasar todo el día sentados
Es complicado mantener una buena postura durante las ocho horas (o más) que permanecemos sentados en la oficina ante el ordenador o en la facultad o biblioteca estudiando. Con el paso de las horas nos vamos relajando y nuestra postura se parece más a estar desparramados sobre la silla o a echarnos literalmente encima de los libros o apuntes que tengamos sobre la mesa. Esto dará lugar seguramente a dolores de espalda que pueden derivar en patologías más graves.
Si no quieres que tu espalda sufra, lo más efectivo es levantarnos de la silla cada dos horas como máximo para movernos un poco. Da un pequeño paseo por la oficina, llena tu botella de agua, ve al baño, acude a la mesa de un compañero... Al volver a sentarte empezarás de cero y volverás a ser más consciente de tu postura.
¿Cuántas de estas patologías has sufrido? ¿Se te hace difícil lidiar con ellas en el día a día?
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