Hace unos días hablábamos sobre la falta de fiabilidad del índice de masa corporal o IMC como uno de los parámetros que indican la posible obesidad o sobrepeso de una persona. Y es que el índice de masa corporal solamente relaciona dos factores: la altura y el peso, sin tener en cuenta otros más importantes como la cantidad de masa muscular, la masa grasa, la cantidad de agua en nuestro cuerpo o dónde está localizada la grasa en el mismo.
Si el índice de masa corporal no nos sirve a la hora de determinar si una persona sufre o no sobrepeso u obesidad, ¿qué otros parámetros podemos tener en cuenta? Hacemos un repaso de las fórmulas que podemos utilizar a la hora de determinar la salud de nuestro organismo en relación al peso.
Índice cintura/cadera o ICC: el índice cintura cadera mide la relación existente entre el perímetro de nuestra cintura (en centímetros) y el perímetro de nuestra cadera (en centímetros). Generalmente se utiliza como un medio para conocer la cantidad de grasa abdominal que poseemos y, a pesar de no ser del todo fiable (no distingue entre masa grasa y masa muscular) sí que es un parámetro más fiel que el índice de masa corporal. Los valores normales del índice cintura/cadera se encuentran entre 0,71 y 0,84 en el caso de las mujeres, y entre 0,78 y 0,94 en el caso de los hombres.
Índice cintura/altura o ICA: otro parámetro similar a los anteriores pero que en este caso relaciona el perímetro de nuestra cintura (en centímetros) con nuestra altura (en metros). Tampoco tiene en cuenta la distribución de la grasa corporal, el nivel de actividad de la persona, su hipertrofia muscular u otros parámetros importantes a la hora de determinar si existe sobrepeso u obesidad. Sí parece un parámetro fiable a la hora de determinar el riesgo de infarto.
Índice de grasa corporal: es la cantidad de grasa respecto al peso total del cuerpo que contiene nuestro organismo y se expresa en forma de porcentaje. Está directamente relacionado con el peso y con la cantidad de masa magra, y para obtenerlo necesitamos una báscula de bioimpedancia o bien una medición mediante plicómetros realizada por un profesional de la salud.
Índice de grasa visceral: es interesante porque distingue entre la cantidad de grasa periférica (la que se acumula en las extremedidas y que es menos peligrosa para nuestra salud) y la cantidad de grasa visceral (la que se acumula en la zona del abdomen, es causante de la obesidad central y es más peligrosa para nosotros). Es necesario medirla con una bioimpedancia. Los valores normales van de 1 a 12.
Índice de volumen corporal o IVB (body volume indicator): se trata de un parámetro nuevo que relaciona el volumen corporal total con el volumen de nuestro abdomen. Este parámetro sí que tiene en cuenta la grasa abdominal del sujeto, y la compara con la cantidad de grasa total en su cuerpo. Esta medición puede realizarse de forma manual o bien puede usarse una aplicación móvil desarrollada por una empresa tecnológica que estima el índice de volumen corporal del sujeto a través de los datos personales, una fotografía de frente y una fotografía de perfil.
Hábitos de vida saludables: no solo basta con fijarnos en las cifras, porque la nutrición no es una ciencia exacta. No en vano, ya en otras ocasiones hemos hablado de los delgados metabólicamente obesos: personas que tienen un exceso de grasa corporal, con todos los riesgos que eso supone para su salud, pero mantienen un peso dentro de la normalidad. Unos hábitos de vida saludables como una dieta sana, la actividad física diaria, la práctica deportiva y el descanso adecuado, también pueden ayudarnos a determinar si globalmente tenemos una vida saludable.
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En Vitónica | Más allá del peso y del IMC, ¿qué indicadores debemos tener en cuenta?
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