¿Tenis o pádel?

Es una buena pregunta para los que les gusten los deportes de raqueta. Tanto el tenis como el pádel son beneficiosos y se parecen bastante, pero hay sutiles diferencias que pueden hacer que nos decantemos por uno u otro.

En el tenis hay un mayor trabajo del tren superior y los golpeos son más explosivos, en cambio en el padel el trabajo del tren inferior es mayor porque el juego suele ser más bajo. Si nunca has jugado al pádel las agujetas del día siguiente sobre todo en glúteos son bestiales.

El pádel suele decirse que es más divertido, y es por una razón evidente, no se requiere de tanta técnica. El golpeo de la bola es más simple (a nivel básico) que en el tenis y las jugadas son más dinámicas. De ahí que mucha gente se decante por el pádel, sin grandes dotes técnicos se pueden jugar partidos muy divertidos.

Siempre hay discusiones sobre qué deporte quema más calorías. Eso siempre va a depender de la intensidad del juego. Se suele decir que en el pádel se suda más porque las jugadas son muy rápidas y hay mayor volumen de movimiento, lo que no quita para que un partido de tenis pueda ser igualmente intenso. Eso sí, si pretendes jugar un partido de pádel individual te aseguro que acabarás muy pero que muy cansado.

Para las rodillas lesionadas en ambos deportes hay que tener cuidado, pero sobre todo en el pádel, donde los cambios de dirección son mucho más frecuentes y bruscos. Mientras que en el tenis son más frecuentes los desplazamientos laterales, en el pádel los cambio de dirección con flexión y giro de rodilla están al orden del día, por tanto mucho cuidado para meniscos frágiles.

Yo sin duda me quedo con los dos, son distintos tipos de trabajo muscular que se complementan y ante todo diversión, que es lo que motiva para seguir haciendo deporte. ¿Y tú, cuál prefieres?

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