Los complementos de proteínas ya hemos visto en infinidad de ocasiones que son uno de los alimento estrella para las personas que quieren conseguir un buen desarrollo muscular mediante un trabajo muscular adecuado. Estos complementos están pensados para ser ingeridos directamente, pero a muchas personas le dan problemas de gases. Este motivo es el que hace que en este post veamos algunas soluciones para que esto no suceda.
Los gases estomacales e intestinales son un problema que a muchos de nosotros nos acecha día a día, ya que nos da sensación de hinchazón, creando una serie de molestias, y en ocasiones haciendo que el dolor sea elevado. Esto es lo que hace que para muchas personas la ingesta de complementos de proteínas sea un incordio. Por ello es necesario que sepamos saber cómo consumirlas para que los gases no hagan acto de presencia.
Elegir bien las proteínas
Antes de nada es necesario saber elegir el tipo de proteína y la marca que más se ajusta a nuestro organismo. No todas las marcas son iguales ni los componentes de las mismas idénticos, y por ello que sea necesario que probemos diferentes variedades si la que estamos tomando actualmente nos produce gases, ya que en la variedad está el gusto, y de este modo podremos dar con la que más se ajuste a nuestro organismo y al funcionamiento del mismo.
En la mayoría de los casos, si nuestro aparato digestivo funciona correctamente, hay muchos alimentos que generan gases debido a la fermentación que sufren en el estómago y en los intestinos hasta que éstos lo asimilan y transforman de la manera adecuada. Esta fermentación es precisamente la culpable de que se generen los temidos y molestos gases.
Fermentación y gases
En el caso de los complementos proteínicos se pueden juntar varios factores que hacen que la fermentación y asimilación de las mismas por parte del organismo sea más lenta y acabe generando gases. En primer lugar debemos tener presente que la asimilación de las proteínas por parte del organismo no es tan rápida, por lo que si a esto le sumamos algún inconveniente más para hacer la digestión, pues el tiempo de fermentación en el estómago es mayor, y con ello la producción de gases.
A la hora de tomar las proteínas tenemos dos opciones, una es tomarlas con leche y la otra con agua. Como hemos comentado más veces, con agua la asimilación de las mismas es más rápida por parte del organismo, ya que el agua no debe ser digerida. El tiempo de fermentación es mínimo y apenas se producen gases. En el caso de ingerirlas con leche, el tiempo de asimilación es mayor, por lo que las proteínas fermentarán produciendo gases que serán los que acaben molestándonos sobremanera.
A esto también hay que sumarle el momento en el que vamos a ingerir las proteínas. No es lo mismo hacerlo por la mañana que por la tarde, pues el metabolismo no funciona de la misma manera, y por lo tanto el tiempo que se tardan en digerir será más lento por la tarde, con mayor fermentación, y más rápido con la mañana con menor fermentación y menos producción de gases. Es cierto que la gran mayoría los tomamos después de estrenar, un buen momento para hacerlo con agua, pues el metabolismo está activo y su asimilación será más rápida.
Desde luego que no es nada recomendable tomar estos batidos al acostarnos, como hacen muchas personas, ya que el metabolismo va más lento y hacer la digestión tumbados no es nada recomendable si lo que queremos es evitar la aparición de gases derivados de la fermentación de los alimentos en el estómago.
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