La historia de Sindy Hooper son de esas historias que nunca terminas de creer. Y es que el mundo del deporte amateur vuelve a dejarnos una vez más con la boca abierta. Sindy Hooper, mujer de 50 años, termina un ironman en pleno proceso de quimioterapia.
Sindy Hooper ya había acabado el ironman del año pasado y tenía claro que nada podía impedir que terminase el ironman de Canadá este año. Ni un cáncer de páncreas se iba a interponer en el camino de esta luchadora triatleta. Y así fue. Sindy Hooper consiguió llegar a la meta antes de las 17 horas.
Hablar de un ironman no es hablar de cualquier cosa. Estamos hablando de unas de las pruebas más duras del mundo del deporte. Estos super deportistas realizan nada más y nada menos que 3,86 kilómetros nadando, 180 kilómetros en bicicleta y 42,2 kilómetros de carrera. Sin duda, la prueba más exigente del triatlón.
Por si fuera poco toda esa distancia tiene un límite de tiempo. Esos casi 4 kilómetros a nado, más los de bicicleta, que perfectamente pueden ser una etapa completa de una vuelta ciclista, más el maratón corriendo lo tienen que completar en menos de 17 horas. ¿Puede haber algo más duro? Sí, hacerlo enfermo.
Sindy Hooper lo ha hecho dando una lección de superación. Allá por el mes de enero se somete a una dura operación en la que le extirpan la mitad del páncreas, la vesícula biliar y parte del estómago. Un duro contratiempo. En pleno proceso de recuperación, con tratamiento de quimioterapia incluido, decide apuntarse a su segundo ironman con la negativa de su médico, quien le ha dado una esperanza de vida de 5 años.
Naturalmente, en este tipo de historias el tiempo es lo de menos. Pero aún así, Sindy Hooper consiguió entrar en el corte de las 17 horas. Una vez más, un nuevo caso de superación personal en el que nos demuestra que no tenemos límites, que las ganas de vivir pueden con la prueba más dura.
Imagen | Diario del triatlón.
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