En lo que a conceptos básicos del entrenamiento se refiere está todo inventado y además desde hace tiempo. Hoy os explicamos el principio de la progresión, una de las bases para la mejora del rendimiento físico, a través de la historia de Milón de Crotona: un atleta griego del siglo VI a.C.
Milón, originario de Crotona (una colonia griega de la Magna Grecia situada en la zona sur de Italia), fue quizás el atleta griego más conocido de todos los tiempos. Fue un personaje histórico (real) citado por multitud de historiadores clásicos como Pausanias o Heródoto, y se proclamó vencedor múltiples veces en los Juegos Olímpicos, Píticos, Ístmicos y Nemeos. ¿Queréis saber cómo entrenaba?
La razón por la que Milón de Crotona es tan conocido es por la historia de su entrenamiento: esta historia (y esta parte no está documentada históricamente) cuenta que Milón comenzó a entrenar para las Olimpiadas levantando y llevando sobre sus hombros un ternero cada día alrededor de Crotona. A medida que pasaba el tiempo, Milón se iba haciendo más fuerte, pero también el ternero iba creciendo, de modo que el peso que levantaba Milón era cada vez mayor. Y ahí tenéis el principio de progresión ilustrado con una historia de la antigua Grecia.
Según la leyenda, Milón terminó levantando a pulso un buey de cuatro años (el tiempo que pasa de unos Juegos Olímpicos a los siguientes), lo cargó sobre sus espaldas durante 120 pasos (se supone que era la distancia alrededor del estadio olímpico), y después se lo comió entero para celebrar su victoria en los Juegos. Y que le aproveche, que se lo había ganado.
Como veis, Milón utilizó en su supuesto entrenamiento el principio de progresión en la carga: si tú te haces más fuerte, debe existir un aumento de la carga, intensidad o volumen del entrenamiento para seguir manteniendo un estímulo que facilite el crecimiento muscular. Este aumento debe realizarse también de forma progresiva.
¡No pierdas de vista los conceptos más básicos del entrenamiento si quieres progresar!
Imagen | Milo and the calf
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