Con el ritmo de vida que llevamos, el trabajo y el poco tiempo de ocio del que disponemos, y menos ahora que llegan estas fechas llenas de compromisos, es normal que a veces no saquemos apenas tiempo para entrenar un rato en el gimnasio.
En ocasiones pasa la semana y, si ha sido algo complicada, apenas podemos ir un día al gym...¿Vale la pena entrenar un solo día a la semana? ¿o mejor la damos por perdida porque un día no va a cambiar gran cosa?
Tanto la disciplina del entrenamiento en sí, como la regularidad que sigamos a la hora de entrenar son dos puntos fundamentales que marcan nuestros resultados musculares. Claro está, que lo óptimo es seguir un buen patrón de entrenamiento semanal, pero los imprevistos no entienden de estas cosas.
Si por los motivos que sean vas a tener una temporada en la que solo podrías entrenar un día a la semana, optar por un entrenamiento como el Heavy Duty puede ser una buena opción.
Para quienes no lo conozcáis, el Heavy Duty es un modelo de entrenamiento de alta intensidad que se practica de modo infrecuente y sin patrón concreto, pudiendo entrenarse únicamente un día a la semana. Eso sí, debido a la intensidad que requiere es aconsejable en personas con mucha experiencia.
Si os apetece un poco más de información sobre este tipo de entrenamiento os adjunto una serie post perfectos para iniciarse en el mundo del Heavy Duty.
En Vitónica |
Iniciación al Heavy Duty (I), (II), (III) y (IV)
Imágenes | iStockPhotos
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