Sin duda, el ejercicio físico es necesario para mantener un estado de salud óptimo, gracias al ejercicio se reduce la incidencia de aquellas enfermedades que se encuentran asociadas a la edad. Una dieta sana, equilibrada y un ejercicio regular diario nos permitirá afrontar el paso de los años mucho mejor.
Uno de los ejercicios más habituales en la tercera edad es caminar y si además se trata de un caminar rápido, el resultado de este ejercicio es mucho más beneficioso para el organismo. Un estudio realizado por la Clínica Mayo del estado de Minnesota (EE UU) muestra que es mucho más saludable y beneficioso caminar rápido que simplemente caminar.
En el estudio se utilizaron los datos obtenidos de 228 personas (60 hombres y 168 mujeres) que tenían una media de 63 años, estos participantes fueron introducidos de forma aleatoria en tres grupos de personas, el primero lo formaban personas no habituadas a caminar, el segundo compuesto por personas que caminaban regularmente a un ritmo normal y finalmente, el tercero cuyo ritmo podía considerarse elevado comparándolo con el ritmo del segundo grupo, debían caminar rápidamente y conjugar esta acción con intervalos de marcha suave.
Tras estudiar la evolución de los sujetos al estudio durante 5 meses, se determinó que el tercer grupo se benefició de mejoras en la salud mucho más notorias que las sufridas por los otros grupos. Caminar rápido beneficiaba la regulación de la presión sanguínea e incrementaba la fuerza muscular de las piernas aumentando además la capacidad de ejercicio.
El ejercicio físico, en este caso caminar, previene que se sufra una degradación prematura del organismo, además mejora nuestro estado de salud. Un paseo a buen ritmo al día permitirá obtener esos beneficios. El estudio ha sido publicado en la revista electrónica Mayo Clinic Proceedings
Vía | El Mundo Más información | Mayo Clinic Proceedings