Si este verano vas a la playa tomar el sol no es lo único que puedes hacer. Con un poco de imaginación y ganas puedes casi convertir la arena en tu gimnasio particular. Estar de vacaciones no puede ser la excusa para descuidar tu salud y estar todo el día al sol sin hacer nada. Desde Vitónica te damos una serie de truquillos para no dejar de moverte en tus vacaciones:
Pasea o corre por la orilla: unos 30 minutos de paseo por la orilla es un ejercicio cardiovascular excelente, además la superficie blanda de la arena evita que aparezcan contracturas o problemas de tendones. También puedes alternar introduciéndote en el agua cada 5 minutos, así las olas masajearán tus pies y reactivarán la circulación.
Recoge conchas para trabajar tus piernas: la repetición de agacharse y levantarse recogiendo conchas hace de esta actividad un buen medio para trabajar el tren inferior.
Anda dentro del agua y tonifica tu abdomen: la resistencia extra que ofrece el agua y las olas hacen que trabajemos más el tren inferior y la zona del abdomen.
Machácate con las olas: jugar con las olas como si tuvieras 5 años te hará trabajar casi todos los músculos de tu cuerpo y perderás un buen puñado de calorías.
Nada en la piscina sin fin: si echas de menos la piscina de tu gimnasio, la playa además te ofrecerá sol, paisaje y la resistencia extra de las olas.
Juegas a las palas: este ejercicio es un rompepiernas por el montón de cambios explosivos de movimientos que tienes que hacer, te ayudará a fortalecer las piernas de principio a fin.
Y podríamos seguir con una interminable lista de actividades: barca de pedales, frisbee, voley-fútbol playa... Todo depende de las ganas que tengas, pero ya sabes que ir a la playa no es excusa para tirarte a la toalla y no hacer nada.
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