Intensidad en clases coreografiadas

Llevamos ya un par de años en el que parece que se quiere crucificar a las actividades colectivas coreográficas (aeróbic, step, latino, étc.) por la disminución de asistentes a la misma. Este problema viene dado por la falta de una correcta gestión de ellas en los centros en cuestión y por la falta de profesionales adecuados para llevar con éxito tal actividad, dado que el aeróbic y el step, con un correcto desarrollo, pueden llegar a índices de consumo calórico muy similares, por ejemplo, a los del ciclo indoor.

Mientras en actividades similares como bailes de salón, funky, hip-hop, country, étc. Existe una perfecta estructura por el nivel de habilidad del practicante, esta diferenciación casi nunca se realiza en los centros de fitness, situando a los alumnos más novatos en las mismas sesiones que los más avanzados. Esta es el principal error en estas sesiones, además, os indicamos una serie de consejos para mejorar el rendimiento:

Un vistazo a…
AYUNO INTERMITENTE
<li>Amplitud de desplazamientos</li>

<li>Inclusión de algunos movimientos de alto impacto</li>

<li>Añadir movimientos de tren superior brazos (y las denominadas progresiones de estilo)</li>

<li>Acostumbrar a los alumnos a una pedagogía clara y correcta, evitando los parones habituales cuando no son capaces de seguir una coreografía</li>

<li>No abusar de los cambios de plano (uno de los errores más comunes en instructores)</li>

<li>A partir de cierta velocidad (en torno a los 140 bpms) el aumento de intensidad respecto al ritmo musical es ínfimo.</li>

<li>Conocer la intensidad intrínseca de los pasos y no caer en los menos intensos, como las marchas.</li>

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