Aunque es un arte milenario (cuyos orígenes se pierden en el tiempo) se ha popularizado en España en los último años y ya se puede practicar en muchas ciudades. No sólo es una exótica moda para ponerse en forma o un nuevo entretenimiento sino que es mucho más. Es un lenguaje corporal que utiliza movimientos esenciales de la naturaleza: circulares, espirales, infinitos... y también se ha convertido en un sistema efectivo para potenciar la autoestima y la feminidad de la mujer.
Los expertos opinan que a nivel terapéutico los beneficios son numerosos. En la práctica de la danza se combinan movimientos corporales dinámicos con otros más lentos, lo que origina un equilibrio armonioso en el organismo, físicamente y a nivel emocional.
A nivel físico la danza oriental ayuda a: reafirmar la musculatura, corregir las malas posturas, beneficiar el sistema digestivo y sexual, mejorar la circulación sanguínea y desarrollar la coordinación corporal
Y a nivel emocional ayuda a: desbloquear tensiones y emociones (calmando la mente y desprendiendo una sensación de bienestar), reforzar la confianza, conectar con los centros energéticos del cuerpo, autoconocerse y descubrir la esencia de una misma y sobre todo desplegar feminidad. Dicen que sus movimientos ondulantes y sinuosos liberan el espíritu femenino.
Se puede practicar a cualquier edad y no requiere ninguna preparación física ni ningún tipo de cuerpo específico, incluso históricamente ha sido una ayuda durante el embarazo. Y aunque la mayoría de sus practicantes son mujeres, cada vez hay más hombres que quieren también conectar con su lado femenino.
Desde luego, lo que no vamos a negar es que pocos ejercicios físicos son tan poéticos e inspiradores.
Yo me apunté a varias clases y un intensivo, no sé si encontré a la diosa que llevo dentro pero me gustó mucho la experiencia. Os la recomiendo a todas, al menos una vez.
Vía | Escuela de Danza Oriental Sarabi En Vitónica | Pack para practicar la Danza Oriental Más información | Bebés y más