El consumo de soja se ha disparado en los últimos tiempos, y es que nadie puede negar que es un alimento muy completo y beneficioso para nuestro organismo. Importante por su alto aporte proteico, además de por ser un buen aliado para combatir el colesterol y evitar posibles enfermedades cardiovasculares. Aunque no todo son ventajas, ya que un consumo elevado puede ser perjudicial.
Recientes estudios han demostrado que los brotes de soja crudos tienen infinidad de nutrientes beneficiosos para el organismo, pero también contienen otros tantos llamados anti-nutrientes que no son tan buenos para nuestra salud.
La soja cruda es un alimento que contiene altas propiedades anticoagulantes, es decir, elimina la vitamina K que tiene efectos coagulantes. Además tiene una función anti-tripsina, la enzima encargada de la asimilación de las proteínas y la vitamina B12. Por lo que al bloquear la actividad de esta enzima se reduce su aporte a nuestro organismo, bajando sus niveles.
Los fitatos son otro de los componentes que tiene la soja. Son unas sustancias que se unen a los minerales y evitan su absorción, especialmente en el caso del zinc, el calcio y el magnesio, con lo que podemos tener déficit de minerales si ingerimos mucha soja. También contiene hemaglutininas que tienen la cualidad de aglutinar células sanguíneas y suprimir de esta manera su crecimiento, teniendo graves consecuencias para nuestro organismo.
Todas estas cualidades perjudiciales de la soja se pueden reducir considerablemente mediante un adecuado tratamiento térmico y mediante el germinado. Aunque estas sustancias van a seguir presentes pero a un menor nivel apenas nocivo para la salud. La única forma que existe de eliminar estas sustancias por completo es mediante la fermentación natural de los brotes de soja en la que intervienen bacterias, moho y levaduras.
Este proceso es muy largo y normalmente se crea una fermentación artificial, lo que hace que la soja acabe conteniendo este tipo de sustancias. No todos los productos de soja están fermentados, pues el proceso es costoso, por eso tenemos que tener cuidado a la hora de elegir el tipo de soja que vamos a consumir. Es primordial elegir soja fermentada para beneficiarnos de las virtudes de esta planta que son muchas.
Sea como sea no debemos dejar de tomar soja, pues en su justa medida sigue siendo igual de buena para nuestro organismo, pues contiene altas dosis de proteínas y de ácidos grasos esenciales para nuestro cuerpo.
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