En primavera se despiertan las plantas y la naturaleza revive después de un invierno duro. Las flores se abren y dan paso a innumerables colores que tiñen todo el campo que nos rodea. Una de las más vistosas por su color rojo intenso es la amapola, una flor por muchos querida y por otros considerada como una mala hierba. Sea como sea, es un tipo de planta que nos aporta un sinfín de beneficios que no podemos pasar por alto en ningún momento.
Sobre todo, y por lo que más se conoce a la amapola es por sus cualidades medicinales. Sobre todo, la parte más utilizada de la amapola son sus semillas, aunque la planta en sí misma tiene un alto poder medicinal. Destacable es su poder curativo y calmante de las afecciones propias del aparato respiratorio. Esta función se debe a su alto contenido en mucílagos que nos ayudan a calmar las mucosas respiratorias. Junto a esto el alcaloide roedina ayuda a combatir los espasmos que muchas afecciones pulmonares causan.
Para calmar estas dolencias se deberá tomar la amapola en infusión, como también se consumirá así para mejorar enfermedades o dolencias nerviosas como el insomnio, la ansiedad, los nervios... Esto se debe a las propiedades sedantes que tiene esta planta que hacen que nos calmemos y descansemos. Es un potente relajante natural que nos ayuda a descansar sin producir efectos secundarios ni dependencia como es el caso de otras plantas como la dormidera.
También su infusión y el líquido resultante se utilizan de modo externo, y es que simplemente con aplicarla sobre la piel puede ser un buen aliado para evitar la aparición de arrugas y el temprano envejecimiento de ésta. Debemos tener en cuenta que utilizar la infusión para hacer gárgaras es una buena manera de acabar con dolencias de garganta o pequeñas infecciones localizadas en esa zona. Debido a su poder antiinflamatorio también se puede utilizar la infusión para aplicar sobre los ojos cuando padecemos conjuntivitis y mejorar así el malestar que nos causa.
Es fundamental que tengamos presente a esta planta como un aliado de nuestra salud, y no como simplemente una mala hierba que estropea nuestras cosechas. Es un tipo de especie que se usa desde hace siglos en el tratamiento de las infecciones y el ser humano siempre ha echado mano de ella para conseguir unos efectos medicinales totalmente naturales.
Imagen | roxinasz
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