Habitualmente el perejil se usa como condimento en nuestras comidas, y es que es un imprescindible en la cocina mediterránea, ya que lleva utilizándose siglos. Es un ingrediente primordial, pero no sólo por su sabor intenso, sino que es un potente preventivo de muchas enfermedades, así como una enorme fuente de nutrientes.
Aunque originariamente esta variedad herbácea solamente se consumía en las zonas mediterráneas orientales, actualmente, y debido a sus numerosas propiedades, se cultiva y consume en todo el mundo. Un condimento esencial al que se le consideró durante muchos años una planta maldita por tener virtudes que acaban con el embarazo. Hoy día es una hierba digna de tener en cuenta por numerosas razones.
Como alimento que es tiene numerosas características nutricionales como su alto contenido en vitamina C y A, que nos sirven para reforzar nuestro sistema inmunológico y nuestra piel y mucosas. Además, tiene un alto contenido en minerales como el hierro, fósforo y magnesio. Todos ellos muy necesarios para llevar a cabo nuestras funciones vitales.
Pero sus virtudes no son únicamente nutricionales, sino que desde antiguo se ha valorado su alto poder curativo y preventivo de enfermedades. Al ser un potente diurético se ha usado en enfermedades como artritis, reumas... Es un buen complemento en dietas de adelgazamiento por su poder eliminador de la grasa corporal. No hay que olvidar los beneficios digestivos que tiene, pues regula el transito intestinal, elimina los gases, nos hace las dietas más rápidas y ligeras...
Además, es un alimento que contiene sustancias que estimulan el músculo uterino de la mujer y hacer que se recupere después del parto. Es una buena ayuda para que la mujer segregue leche después del parto. También sirve para mejorar las afecciones hepáticas. Usado externamente es un buen remedio para calmar picaduras de insectos, dolor de muelas y en heridas y contusiones para mitigar el dolor y ayudar a su cicatrización.
A pesar de todas estas virtudes no es recomendable usar ni sus semillas ni las hojas frescas durante el embarazo, pues tiene un alto poder abortivo que ya se usaba en la antigüedad. Actualmente es simplemente un aliado en nuestra dieta además de un deleite para nuestro paladar.
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