13 alimentos que nunca jamás deberías consumir crudos

Así como hay alimentos que siempre aconsejamos consumir sin cocinar como es el caso de muchas frutas y verduras, hay otros que nunca jamás deberías consumir crudos como los que mostramos a continuación, y te contamos por qué:

Leche

La leche cruda es aquella derivada de cualquier animal sin haber sido hervida previamente o que no ha sido pasteurizada.

Todas las leches animales pueden ser vehículo de bacterias que para el ser humano son muy nocivas, tales como Brucella, Campylobacter, Cryptosporidium, E. coli, Listeria o Salmonella que son causantes de diferentes patologías gastrointestinales.

Así, para prevenir desde una simple diarrea hasta enfermedades más graves como puede ser el síndrome urémico hemolítico (SUH), lo más recomendable es no beber leche cruda sino acudir a alternativas pasteurizadas o UHT o bien, hervir la leche para matar gran parte de las bacterias propias de las alternativas crudas.

Hamburguesas

Las hamburguesas que podemos comprar congeladas o frescas en un supermercado, así como las que podemos hacer nosotros con carne picada de ternera u otros animales, son uno de los alimentos más peligrosos si se consumen crudas o poco cocidas.

Por ser elaborados a base de carne picada, la presencia de E. coli y de Salmonella es mucho más frecuente, ya que entre los pequeños trozos estas bacterias se reparten y mezclan con facilidad. Asimismo, podemos no evidenciar un pequeño trozo mal cocido o crudo.

Entonces, para prevenir enfermedades graves como la salmonelosis o el SUH que puede resultar fatal, lo más recomendable es siempre pasarnos con la cocción de las hamburguesas o usar un termómetro que nos garantice más de 70°C en el interior y centro de cada porción de carne.

Carnes de vaca

Es al igual que las hamburguesas, fuente de bacterias que si sobreviven a la cocción pueden provocarnos patologías gastrointestinales como la salmonelosis o el SUH.

Su temperatura de cocción en el centro del trozo de carne vacuna debe alcanzar o superar los 70°C para garantizar la muerte de todo tipo de microorganismo patógeno, por lo tanto, nuca es aconsejable consumir carne sangrante o totalmente cruda.

Huevos

Los huevos son una de las fuentes más frecuentes de Salmonella, una bacteria que puede causar una infección muy frecuente e intensa a nivel gastrointestinal y que se inactiva ante su muerte con la cocción.

Por otro lado, sus proteínas se asimilan mejor si cocinamos el huevo y la avidina, un antinutriente presente en el huevo que impide la absorción de biotina, una vitamina del grupo B se inactiva también después de haber sido sometido a cocción este ingrediente.

Entonces, ya sea en microondas, en sartén, cocidos o mediante otros métodos, siempre es mejor cocinar el huevo previo a su ingesta.

Pollo o pavo

Las carnes de aves son una de las que más concentraciones de Salmonella presentan y una escasa o nula cocción de las mismas pueden permitir la sobrevida de estas bacterias que ocasionan una infección gastrointestinal como señala un estudio publicado en 2014.

Asimismo, como señala una investigación publicada en Journal of Agricultural and Food Chemistry las proteínas de estas y otras carnes se asimilan mejor después de la cocción y podemos sacarle mayor provecho si las consumimos bien cocidas.

Patatas

Las patatas generalmente se consumen cocidas, pero debemos saber que si quisiéramos consumir una patata aun un poco cruda esto es totalmente desaconsejable debido a que su almidón resultará muy indigesto pudiendo ocasionar desde una flatulencia muy marcada e hinchazón abdominal hasta diarrea.

Por otro lado, la patata cruda puede ser fuente de sustancias tóxicas para el organismo humano como es la solanina presente bajo la piel de esta hortaliza y de un característico color verde.

Carne de cerdo

La carne de cerdo no sólo puede ser fuente de E.coli sino también de un parásito de la familia de los nematodos que ocasiona una enfermedad llamada triquinosis caracterizada por dolor e inflamación muscular, fiebre, diarrea, debilidad y molestias abdominales.

Si la carne de cerdo se cocina bien no sólo se digiere mejor sino que no será un posible foco de infección, ya que las larvas o huevos de este parásito que ocasiona triquinosis no sobreviven las altas temperaturas.

Legumbres

Las legumbres son fuente de hidratos de carbono complejos que no pueden digerirse sin previa hidratación y cocción. Por ello, si queremos evitar un marcado desorden gastrointestinal siempre es mejor su ingesta previa cocción.

Por otro lado, las legumbres son fuente de saponinas, un antinutriente que puede evitar la correcta absorción del hierro como señala un estudio de British Journal of Nutrition y que se reduce considerablemente tras el remojo y la cocción de estos nobles alimentos.

Yuca

La yuca es una raíz también llamada tapioca o mandioca que contiene cianuro o glucósidos cianogénicos, sustancias químicas que liberan cianuro cuando se comen y pueden resultar muy tóxicos en el ser humano.

Se encuentran altos niveles de esta toxina en sus hojas pero en ocasiones también llegan a la raíz comestible razón por lo que es primordial su cocción.

Asimismo, es fuente de almidón muy resistente a la digestión del cuerpo humano y por ello, su cocción es clave para que podamos metabolizar sus nutrientes.

Brócoli y coliflor

Aunque no es habitual su consumo crudo, debemos saber que su cocción (aunque sea breve) nos beneficia grandemente, ya que estas hortalizas de la familia de las coles poseen altas concentraciones de oxalatos que pueden reducir la absorción del hierro y que con la cocción, se disminuyen considerablemente como señala un estudio publicado en el año 2000.

Por otro lado, serían muy indigestos en crudo y todos sus nutrientes se aprovechan mejor con un breve blanqueado previo a su ingesta.

Aceitunas

Las aceitunas directamente cogidas del árbol o consumidas sin cocción ni ningún tratamiento previo, contienen una alta concentración de un compuesto llamado oleuropeína, que les da un sabor amargo y que se reduce considerablemente durante la cocción y remojo.

Además, la digestibilidad de las aceitunas se incrementa tras una breve cocción y pueden resultar mucho más apetecibles.

Arroz

El arroz, como otros cereales, es fuente de almidón y otros hidratos que no se digieren bien si no es previa cocción.

Sin embargo, el mayor riesgo de consumir arroz crudo o poco cocido es que éste puede conservar gran parte de su contenido en arsénico, un compuesto que puede ser muy tóxico si se consume en grandes cantidades.

Por eso, lo mejor es cocinarlo y remojarlo también previamente para eliminar gran parte del arsénico que el arroz crudo contiene.

Almendras amargas

Las almendras que habitualmente consumimos son almendras "dulces", pero las almendras amargas son una variante muy peligrosa debido a que contienen ácido hidrociánico, que es una combinación peligrosa de cianuro de hidrógeno y agua.

La intoxicación con esta sustancia incluye síntomas que van desde mareos y dolor de cabeza a vómitos y convulsiones, según la cantidad de almendras amargas que se haya comido, por eso es muy importante blanquear o tostar este alimento, pues así se destruye su componente dañino. Aunque para mayor tranquilidad debemos saber que no es frecuente encontrar este tipo de almendras en tiendas.

Estos son 13 alimentos que nunca deberías consumir crudos debido a que su digestibilidad e inocuidad depende en gran medida de la cocción.

Imagen | Pixabay

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