Durante mucho tiempo, un hombre con enfermedad mental basó su dieta en la ingesta de huevos únicamente, tal es así, que a sus 88 años de edad y consumiendo 25 huevos al día, llamó la atención de muchos científicos que comprobaron que su colesterol era normal.
La clave es conocer cómo es posible que con una ingesta exagerada de colesterol, con nulo aporte de fibra o de fitoesteroles, este hombre que consumían 25 huevos al día sólo tenían 200 mg/dL de colesterol total y 142 mg/dL de colesterol LDL o malo en sangre, lo que equivale a resultados normales, sin riesgos para su salud.
Los científicos hicieron la prueba de suministrar colesterol en grandes cantidades a personas con hábitos alimenticios normales y comprobaron que en ellos, los niveles de este lípido en sangre sí se incrementaban notablemente, pues absorbían aproximadamente un 50% del colesterol ingerido o suministrado, mientras que este anciano que consumía 25 huevos al día, sólo absorbía un 18% del colesterol de la dieta.
Así, se piensa que el organismo de este anciano que durante mucho tiempo basó su dieta en la ingesta de huevos y nada más, ha sufrido adaptaciones para que se absorba menos colesterol y además, se produzca menos colesterol en su hígado, de manera de compensar la ingesta y así, equilibrar los niveles en su organismo.
El hombre de los 25 huevos diarios gozaba de buena salud pese a su adicción y su trastorno alimenticio que le llevaba a comer únicamente huevos, y no tenía riesgo cardiovascular a juzgar por sus laboratorios.
¿Cómo se explica?
Además de las adaptaciones que el organismo puede sufrir para lograr un balance en determinados aspectos, en este caso en el metabolismo del colesterol, nunca debemos olvidar que la mayor parte del colesterol se sintetiza en nuestro cuerpo, es decir, proviene de una síntesis endógena más que de lo que comemos.
Por otro lado, es importante saber que el colesterol se sintetiza en hígado a partir de grasas como los triglicéridos que en nuestro organismo, se elevan no sólo por las grasas que comemos, sino también, por la ingesta de hidratos simples o azúcares, que este anciano no consumía en absoluto, lo cual puede haber contribuido a sus niveles normales de lípidos en sangre.
Asimismo, se ha probado desde hace mucho tiempo, que la sola reducción del colesterol que comemos casi no modifica los niveles de colesterol en sangre, por lo tanto, no contribuye a su disminución en el organismo y volvemos a ver cómo en realidad el colesterol de los alimentos, poco o nada influye en el colesterol de nuestro cuerpo.
Todo esto nos lleva a pensar que en realidad, ni el huevo ni ningún otro alimento rico en colesterol puede producir grandes cambios en los niveles de este lípido en sangre y pese a que las recomendaciones actuales continúan incluyendo una ingesta moderada de colesterol en la dieta diaria, quizá, todo este por cambiar.
De hecho, como comentamos recientemente, hay escasa evidencia que confirma su influencia sobre sus niveles en sangre y sus riesgos para la salud.
Al parecer, la ciencia no logra respaldar la recomendación actual de ingerir menos de 300 mg al día de colesterol y los últimos estudios al respecto confirman que el colesterol puede variar por muchos aspectos, incluso puede afectar de manera diferente a organismos genéticamente distintos, pero hasta el momento, como se probó en el hombre que consumía 25 huevos al día, no se puede afirmar que el colesterol que comemos influye en sus niveles en sangre.
Lo importante de este caso que sirvió para analizar el metabolismo del colesterol es que nos permite saber que en salud humana no siempre todo es igual ni matemático, por lo tanto, debemos mirar el todo y si bien consumir 25 huevos a diario no elevó el colesterol en este hombre, no resulta para nada aconsejable llevar una dieta basada en un único alimento.
Entonces, cuidar hábitos en general, mirando más allá del colesterol que comemos y prestando atención a toda nuestra dieta, el nivel de estrés, el descanso, el ejercicio y demás, podemos cuidar verdaderamente nuestra salud.
Pronto las nuevas Guías Alimentarias Estadounidenses se publicarán y allí veremos qué sucede con el colesterol y si se incluye o no una recomendación acerca de su ingesta.
Bibliografía consultada | Metabolism Clinical and Experimental, July 1965, Volume 14, Issue 7, Pages 759–765; N Engl J Med 1991; 324:896-899March 28, 1991DOI: 10.1056/NEJM199103283241306 y USDA
En Vitónica | Los huevos y el mito del colesterol
En Vitónica | Algunos miedos infundados sobre los huevos
Imagen | RatRanch, Vivek Mukherjee, y Rosefirerising
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