El sabor de los platos así como la presentación de los mismos, incide de manera importante sobre la saciedad. Por esa razón, elaborar comidas sabrosas con alimentos nutritivos y sanos, puede ser la clave para comer menos sin pasar hambre.
En este caso, hablaremos de las alcaparras, un alimento propio del mediterráneo, cuyo sabor es muy similar al de las olivas, intenso y agradable, pero a diferencia de éstas, casi no poseen grasas, tienen menos calorías y muchos nutrientes.
La alcaparra constituye el capullo o botón floral de un árbol originario de Asia llamado Capparis spinosa, que llego a los países mediterráneos de la mano de los griegos para protagonizar y destacar en muchas preparaciones.
A diferencia de las olivas, cuyos nutrientes destacados son los ácidos grasos insaturados, las alcaparras casi no poseen grasas, sino que en éstas predomina el agua y los hidratos de carbono. Por lo tanto, su valor calórico es notablemente inferior al de las aceitunas, y posee alrededor de 30 calorías por cada 100 gramos.
Además, las alcaparras son fuente de calcio, sodio y vitamina C, entre otros micronutrientes tales como el ácido fólico.
Si bien su consumo con las comidas es relativamente bajo y por ello no se considera una fuente significativa de nutrientes, la alcaparra proporciona gran sabor a los platos, elegancia y un toque mediterráneo, sin elevar las calorías de los mismos.
Entonces, adicionar unas pocas alcaparras a las salsas por ejemplo, puede ser una gran recurso para calmar nuestro apetito de manera sabrosa y con todos los beneficios que este pequeño alimento mediterráneo puede ofrecer.
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Imagen | Flickr (naotakem)