Cualquier fruta es buena para nuestro organismo y ofrece nutrientes saludables, no obstante, algunos cambios en su estado pueden variar notablemente su composición nutricional, tal es el caso de la deshidratación o su exprimido para obtener el jugo.
Para tener una noción más clara, te mostramos el análisis nutricional del melocotón en 3 versiones: en zumo, en orejones, y fresco. Los cambios son notables y sirven para saber que no es lo mismo comer 100 gramos de la fruta fresca que de ésta deshidratada o seca.
En el caso de los orejones, la pérdida de agua concentra todos sus nutrientes y por ende, las calorías también se elevan. Por eso, al momento de comer orejones, será oportuno tener en cuenta que una porción equivale apenas a unos 3 orejones.
Respecto al zumo de melocotón, la principal diferencia con la fruta fresca es su contenido en fibra, ya que al eliminar parte de la pulpa, también desechamos parte de los componentes indigeribles y por lo tanto, su índice glucémico será superior, ya que se absorbe más rápidamente.
Éstas diferencias según el estado de la fruta, se pueden observar en cualquier variedad y es importante conocerlas para comprender las diferencias nutricionales entre éstas.
Lo ideal sería no comer sólo zumo de fruta ni orejones únicamente, sino incluir la fruta en sus distintas opciones de presentación y disfrutar de sus nutrientes en el organismo.
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