Entre las frutas de temporada por estos meses se encuentran las cerezas o guindas. Una opción con valiosas propiedades y beneficios que a continuación mencionamos y de la cual también dejamos ideas para su uso en la cocina.
Propiedades de las cerezas
Las cerezas son un fruto rojo pequeño del cual encontramos diferentes variedades, pudiendo en función de estas ser distintas en color, tamaño, acidez y otros aspectos físico químicos de las mismas como señala un estudio realizado en Turquía.
Se trata de una fruta rica en hidratos de carbono, sobre todo azúcares naturales, con una buena proporción de fibra y un alto contenido acuoso, por lo que resulta un alimento saciante al igual que otras frutas y verduras.
Entre los micronutrientes de las cerezas destaca el contenido de potasio y de vitaminas del grupo B, sobre todo ácido fólico, ofreciendo además un mínimo de vitamina C, magnesio y vitamina K.
La cereza es fuente de valiosos compuestos bioactivos tales como las antocianinas y compuestos fenólicos que confieren a esta fruta propiedades antiinflamatorias como concluye una investigación publicada en The Journal of Nutrition y anticancerígenas como indica un estudio realizado en Reino Unido.
Por último, no podemos olvidar que la cereza por los compuestos nutritivos y no nutritivos (como los antes mencionados), es fuente de potentes antioxidantes que neutralizan el efecto de los radicales libres del oxígeno en nuestro cuerpo.
Beneficios de las cerezas
Por su intenso sabor dulce (sobre todo cuando se encuentran maduras), las cerezas son una buena opción para calmar tentaciones sanamente, pues aportan fibra, agua y sacian con facilidad.
Debido a sus compuestos bioactivos, estas pequeñas frutas son de mucha utilidad para prevenir enfermedades degenerativas como el cáncer y otras asociadas a procesos inflamatorios tales como la obesidad o patologías cardiovasculares como señala un estudio publicado en la revista Molecules.
Por su efecto antiinflamatorio la cereza también sería de ayuda para prevenir dolores en patologías como la artritis o bien, para reducir el riesgo de desarrollar gota según ha sido comprobado.
Asimismo, se ha observado en diabéticos que el concentrado de jugo de cerezas reduce el peso corporal, la presión arterial y la hemoglobina glicosilada así como también, mejora el perfil de lípidos en sangre, siendo por ello la cereza y sus derivados un aliado de la salud metabólica.
Posibles usos de la cereza en la cocina
Con previo lavado adecuado, las cerezas son una fruta ideal para consumir frescas, retirando su pequeño hueso interno pero con piel sin problema. De esta forma, aprovechamos al máximo sus propiedades y las podemos disfrutar entre horas como snack saludable o a modo de postre tras una comida ligera.
Sin embargo, también podemos incluir cerezas en variedad de preparaciones como una fresca ensalada, unas barquitas de papaya para el desayuno, unas tartaletas ligeras para el postre o la merienda o bien, unos polos o un original salmorejo.
Imagen | Pexels
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