Entre los alimentos que encuentran su mejor temporada de consumo por estos meses del año, la col es una de las opciones más accesibles que podemos sumar a nuestra dieta y por ello, revelamos sus propiedades, así como sus beneficios y cómo usarla en la cocina.
Propiedades de la col
De la familia de las coles, la col, col repollo o simplemente repollo, es uno de las hortalizas que menos calorías ofrece debido a que posee un alto contenido acuoso. Su aporte energético deriva principalmente de hidratos de carbono complejos y también, de fibra y proteínas, ofreciendo muy escasa cantidad de grasas.
En la col como en otras coles destaca la presencia de vitamina C, potasio, calcio vegetal, ácido fólico y otras vitaminas del grupo B, sobre todo, niacina.
Ofrece escasas cantidades de sodio y fósforo pero puede contener apreciables proporciones de selenio en su interior, así como concentrar metales como el plomo o el cadmio si se encuentran presentes en el suelo donde se cultiva como señala un estudio publicado en Plant and Soil.
Asimismo, la col es fuente de diferentes compuestos beneficiosos para el organismo como son los polifenoles y que aunque abundan en otras variedades de coles, también se encuentra en el repollo como han observado científicos de India. Estos componentes de la col son responsables de sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que pueden reducirse si por tratamientos culinarios los compuestos fenólicos se reducen.
Beneficios de la col
La col por su bajo aporte de calorías y su riqueza en micronutrientes así como en fibra, es un aliado de dietas para adelgazar ya que produce mucha saciedad. Sin embargo, también puede enriquecer dietas varias.
Según un estudio publicado en la revista Carcinogenesis la col posee propiedades quimiopreventivas que serían de ayuda en las fases iniciales del cáncer para enlentecer o frenar el avance de la enfermedad, en gran parte debido a su contenido en glucosinolatos.
Por aportar vitamina C, calcio, zinc y fibra que mejora la flora intestinal, la col contribuye al funcionamiento del sistema defensas del organismo, ayudando de esta forma a prevenir enfermedades infecciosas varias como por ejemplo, los resfriados.
Por último, por sus compuestos fenólicos y sulfurados y su riqueza en fibra, la col es de ayuda para reducir factores de riesgo cardiovascular tales como el colesterol alto en sangre como concluye una investigación publicada en la revista Experientia.
Cómo usar col en la cocina
La col o el repollo puede consumirse tanto en crudo como en cocido, en este último caso se ha demostrado que su potencial antioxidante se incrementa debido al calentamiento.
Entonces, sugerimos platos en lo cuales la col se haya sometido a calentamiento como por ejemplo, una col asada con vinagreta de pistachos, limón y parmesano, sopas, un puré irlandés o un plato fuerte como el pansit filipino.
Igualmente, podemos aprovechar toda la fibra y la vitamina C del repollo o la col si lo consumimos en crudo, por ejemplo, en una ensalada.
Imagen | Pixabay, Pexels y Wikimedia Commons
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