Nosotros somos unos grandes defensores de los germinados. Realmente, después de la lactancia materna, no existe ningún alimento tan vivo y completo en la dieta. De hecho, están creciendo incluso en el instante que penetran en nuestra boca.
Los brotes de germinados son muy ricos en enzimas y tienen principios nutritivos extraordinarios, pues toda la planta en potencia se encuentra en ellos. Así como las plantas verdes regeneran el aire que nos rodea, los germinados sanean nuestro cuerpo por dentro.
Y son los alimentos menos contaminados que existen. Si un grano germina, es que tiene calidad suficiente para hacerlo.
Desde luego, incorporarlos a nuestra dieta es uno de los regalos que podemos hacer a nuestras células, a quien tanto debemos y tan poco agradecemos.
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