En lo variado está el gusto o "lo que hay que hacer es comer de todo" son consejos habituales con lo que, con la mejor intención, se anima a disfrutar de todos los alimentos y no eliminar radicalmente ninguno de la dieta, haciendo referencia a que todos nos aportan nutrientes que necesitamos y que el equilibrio entre todos ellos es saludable.
Por eso solemos pensar que la variedad, en la alimentación, es algo intrínsecamente bueno, positivo y sano. Pero algunas investigaciones sugieren que la variedad no es siempre algo bueno, ya que puede suponer la inclusión en la alimentación determinados productos que no son saludables y de los que, cuanto menor sea la ingesta, menor.
Es lo que destaca la Asociación Americana del Corazón en una publicación reciente que repasa los índices y consejos de variabilidad en los alimentos que se consideran más saludables:
"Evidencias recientes de estudios observacionales sugieren que una mayor diversidad alimenticia se asocia a patrones de alimentación menos óptimos, como un mayor consumo de alimentos procesados, cereales refinados y bebidas azucaradas, y un consumo menor de alimentos poco procesados como el pescado, la fruta y las verduras, y con ello podría estar asociada al aumento de peso y la obesidad en poblaciones adultas".
Variado no es sinónimo de sano
De hecho, como cuenta Luis Jiménez en su blog Lo que dice la ciencia sobre adelgazar, la sospecha y confirmación de que una alimentación más variada no es necesariamente una dieta mejor no es nuevo.
En 1995, la primera edición del Healthy Eating Index (un índice que calcula lo saludable de una dieta) otorgaba cierta influencia a la variabilidad, que podía llegar a aportar hasta un 10% de el valor positivo asignado a un esquema de alimentación. Pero en 2006, una revisión de ese índice modificó ese aspecto concreto y elimino la variedad como un factor positivo per se.
Mejor centrarse en determinados alimentos
En la misma línea se pronuncia ahora la Asociación Americana del Corazón, que recopila las evidencias disponibles hasta ahora sobre la relación entre la variedad en la alimentación y la obesidad, comportamiento a la hora de alimentarnos y la calidad de una dieta y concluye que no hay evidencias para recomendar la variedad como una estrategia para de fomentar patrones sanos de alimentación y un peso saludable.
Por eso, y teniendo en cuenta lo que sí se sabe, la asociación recomienda enfatizar en un consumo adecuado de alimentos de origen vegetal, lácteos bajos en grasas, aceites vegetales y frutos secos, y reducir el consumo de alimentos y bebidas azucarados y carnes rojas.
Porque aunque llevemos toda la vida oyendo que lo más sano es comer "de todo", lo cierto es que ese "todo" puede incluir algunas cosas que, cuanto más limitemos, mejor, aunque eso suponga una alimentación menos variada.
Imágenes | Unsplash
En Vitónica | El concepto erróneo de "comer de todo"
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