Como nutricionista, respondo a la pregunta de qué engorda más: el turrón o los polvorones

Los dulces de Navidad pueden tener lugar en nuestra dieta, siendo recomendable un consumo moderado

En las cercanías de Navidad y ante la presencia de múltiples dulces que son motivo de tentación por estas fechas, respondo como nutricionista a la pregunta de qué engorda más: el turrón o los polvorones.

Si bien como nutricionista especializada de la obesidad considero que es  importante tener la posibilidad de degustar un alimento que aunque sea poco sano y muy calórico contribuya a brindarnos placer y gratificarnos siempre y cuando se consuma de forma moderada y verdaderamente calme nuestro apetito; en función de sus nutrientes y de su efecto en el organismo respondo la pregunta de qué engorda más el turrón o los polvorones.

Turrón vs polvorones

Tanto el turrón como los polvorones son dos dulces tradicionales de la Navidad, y si  bien podemos acudir alternativas hechas en casa, sin azúcares agregados y  mucho más sanas y saciantes; estos alimentos suelen hacerse presentes en nuestra mesa navideña.

El turrón, tanto blando como duro, posee elevadas proporciones de azúcares que rondan el 35% y suelen poseer alrededor de 500 Kcal por cada 100 gramos.

Sin embargo, también se componen una gran cantidad de grasas insaturadas y de fibra así como de proteínas vegetales derivadas de la almendra que poseen en su interior. Por lo tanto, resultan un dulce saciante que demanda masticación y que no sólo ofrece azúcares y calorías al cuerpo.

Por su parte, los polvorones se componen ante todo de hidratos de carbono y  grasas, especialmente grasas saturadas en altas proporciones ofreciendo  alrededor de un 24% de azúcares y 540 Kcal por cada 100 gramos.

A diferencia de los turrones, los polvorones poseen una inferior cantidad de  proteínas y fibra resultando por ello más adictivos y menos saciantes para el organismo.

Por todo esto, como nutricionista considero que son los polvorones los que  engordan más, mientras que el turrón (ya sea duro o blando) constituye uno de los dulces navideños más sanos que podemos consumir, siendo siempre recomendables la ingesta de cualquier dulce con moderación ya que constituyen fuentes de azúcares libres y añadidos.

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Imagen | Jose Rahona

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