Diferencias nutricionales entre una fruta fresca y su versión en almíbar


Las frutas son alimentos que no pueden faltar en nuestra dieta diaria si queremos comer con equilibrio y salud. Sin embargo, en la actualidad el mercado nos ofrece muchas maneras diferentes de comer fruta y no sólo la ingerimos fresca, sino que la industria puede hacer algunas modificaciones que no sólo afectan la consistencia, sino a veces, el sabor y la composición nutricional del alimento.

Por eso, hemos decidido analizar las diferencias nutricionales que existen entre una fruta fresca y su versión en almíbar, pues muchas veces esta última opción nos permite consumir una fruta fuera de su temporada de producción. Así, vemos en la tabla como la cantidad de hidratos se incrementa levemente en la fruta en almíbar, sin duda a expensas de más azúcares, y esto conlleva un leve aumento de las calorías que aporta.

Además, vemos cómo se reduce a nada el aporte de fibra en el caso de la versión en almíbar, ya que con la cocción la porción indigerible del melocotón desaparece.

Por supuesto, los micronutrientes también experimentan cambios, y los podemos ver en la siguiente tabla:

Tanto las vitaminas como el potasio y otros minerales disminuyen en el caso de la fruta en almíbar, exceptuando el sodio que se incrementa por el adicionado de conservantes. Todo esto nos indica que si bien las diferencias no son muchas en término de macronutrientes y calorías. Sí perdemos densidad nutritiva debido a la cocción de la fruta para lograr el producto en almíbar.

Entonces, siempre que sea posible y la mayor parte de las veces, la fruta debería consumirse fresca para aprovechar mejor sus propiedades y saciarnos más por ser más dura y exigir más masticación. Sin embargo, la alternativa de la fruta en almíbar puede ser válida si buscamos una manera diferente de consumir fruta ocasionalmente, o cuando la fruta está fuera de su temporada de producción.

En Vitónica | Análisis nutricional de una fruta en tres versiones distintas

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