Hace unos días Gabriela nos habló de los beneficios que el ajo tenía sobre nuestra salud, hoy yo voy a hacer lo mismo con un ingrediente que también suele pasar desapercibido en nuestra cocina, el limón, y es que muchas veces alimentos que tenemos habitualmente en nuestra cocina podrían ser responsables de una mejora notable de nuestra salud.
En primer lugar, para aquellos se estén a dieta, el limón tiene muy bajo contenido calórico, lo que lo convierte en un aliado perfecto en nuestras dietas: muchos nutrientes a un precio muy bajo, imagina, un zumo de limón ronda sólo las 40 calorías.
Igual que el ajo, el limón ayuda a mejorar las defensas naturales de nuestro cuerpo, de hecho nuestras abuelas que son muy sabias siempre nos lo aconsejan durante los procesos gripales
Contiene una cantidad considerable de potasio, aporta muy poco sodio (perfecto para evitar la retención de líquidos) y proporciona calcio
También proporciona fósforo y hierro, estos en mayor cantidad
Como en todos los cítricos, el limón tiene una gran cantidad de vitamina C, un poderoso antioxidante que nos ayuda a evitar enfermedades
Yo particularmente soy mucho de zumo de limón por la mañana, es muy ligero y bastante completo y el sabor es más agradable que el de pomelo, eso sí, si tienes algún problema como acidez gástrica debes evitarlo.
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