Durante el otoño y el invierno, así como en los primeros meses de primavera, podemos disfrutar de las espinacas, un vegetal de hoja verde del cual te contamos sus propiedades, beneficios e ideas para emplearlo en la cocina.
Propiedades de las espinacas
Las espinacas son una verdura de alto contenido acuoso y por lo tanto, de muy bajo valor calórico. Poseen escasas proporciones de hidratos y un aporte superior de proteínas respecto a los primeros.
Son ricas en fibra y poseen variados minerales de interés como el calcio, hierro y potasio. Asimismo, son fuente de vitaminas del grupo B, sobre todo ácido fólico, pudiendo también tener vitamina E, C y K en pequeñas cantidades.
Las espinacas son fuente de compuestos fenólicos varios y ellos proporcionan propiedades antioxidantes como señala un estudio publicado en The Journal of Nutrition, así como también, un efecto antiinflamatorio. Dichos compuestos con acción antioxidante son mayores en las espinacas cosechadas en primavera como han observado científicos españoles tras evaluar diferentes factores que influyen en las propiedades de las espinacas.
Beneficios de las espinacas
Las espinacas son un vegetal de mucha utilidad para sumar buenos nutrientes a la dieta. Resulta saciante y por eso es un aliado de dietas para adelgazar y además, puede ser clave en la prevención de anemias nutricionales debido a su contenido de hierro y ácido fólico así como vitamina C que son componentes de mucha ayuda en este sentido.
Incluso, puede permitir la inclusión de calcio mediante alimentos no lácteos, pues a pesar de su contenido en fibra y oxalatos, su calcio es ampliamente utilizable como señala una investigación publicada en Journal of Biological Chemistry.
Asimismo, las espinacas pueden favorecer el tránsito intestinal al mejorar la flora bacteriana propia de nuestro cuerpo y así, contribuir a la prevención y tratamiento del estreñimiento.
Cómo usar espinacas en la cocina
Las espinacas pueden consumirse en crudo o cocidas. En el primer caso deben ser previamente muy bien higienizadas y conservarán nutrientes como la vitamina C, el hierro, potasio, calcio y ácido fólico que son nutrientes solubles en agua.
Sin embargo, también en las espinacas crudas tenemos un mayor contenido de oxalatos con efecto antinutriente, por ello, conviene no abusar de preparaciones en las que las mismas se presenten sin cocción como un zumo verde o una ensalada, por ejemplo.
Por el contrario, las espinacas cocinadas al vapor o ligeramente salteadas son una buena alternativa que podemos incluir en platos varios como: una sopa, unos garbanzos con espinacas, unas tortitas, unos muffins, unos canelones o un curry.
Imagen | Pixabay y Pexels
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