Hasta hace poco años los dátiles no habían entrado en mi vida ni en mi cocina. La realidad es que la textura no me gusta demasiado y no disfruto de comerlos solos o en trozos en postres tradicionales como las pastas árabes.
Sin embargo, una vez que decidí reducir mi consumo de azúcar añadido, los dátiles se fueron convirtiendo, poco a poco, en un imprescindible dentro de mi nevera. Y es que son un ingrediente perfecto para aportar dulzor a nuestras recetas y postres saludables de una manera sana y muy efectiva.
¿El problema? Que cuando quieres cocinarnos y mezclarlos en una masa o alguna otra elaboración, puede ser complicado. Si os ha pasado como a mí, que habéis encontrado imposible batir o picar bien los dátiles para conseguir que aporten dulzor uniforme y se mezclen bien con los otros ingredientes, es posible que os interese conocer estos trucos para cocinar con dátiles de forma más fácil y efectiva.
Hidratarlos previamente
Si nos limitamos a coger los dátiles, partirlos en trozos e intentar incorporarlos al resto de los ingredientes nos daremos cuenta de que no se integran y que, al comerlo, lo único que sabe dulce es la parte en la que han quedado trozos enteros de dátil.
Esto se puede evitar poniendo a hidratar el dátil previamente. Introducir los que vayamos a usar en un recipiente con agua, y dejarlos a remojo entre 30 minutos y dos hora, ayudará a que, posteriormente, si batimos o mezclamos los dátiles con otros ingredientes, estos se deshagan sin problema y no nos encontremos trozos incómodos y resistentes.
Hacer puré o pasta de dátil
Otra opción es pasar, directamente, a hacer un puré o pasta con los dátiles y utilizar esto como edulcorante. Para ello solo necesitaremos unos 200 gramos de dátiles frescos y agua suficiente para cubrirlos - alrededor de 300 ml -. Les quitamos el hueso de dentro, los colocamos en un recipiente y los cubrimos con agua. A partir de la media hora podemos batir las mitad de los dátiles con la mitad del agua en la que han estado a remojo.
Una vez que estén bastante pastosos añadimos el resto de los dátiles y algo más de agua si es necesario. Seguimos batiendo hasta conseguir una pasta fácil de manipular y que podremos añadir a todas las recetas que requieran algo de dulzor, pero también para añadir a nuestros yogures en sustitución del azúcar, para las vinagretas o, incluso, para tomar una cucharada sola si nos apetece.
Imágenes | Pexels, Directo al Paladar
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