Leyendo un artículo acerca de la industrialización alimentaria, me llamo mucho la atención el término usado por la antropóloga autora del mismo, ella denomina a los alimentos de hoy como OCNIs: objetos comestibles no identificados. Pues claro, no sabemos con exactitud qué comemos.
Cuando uno piensa rápidamente dirá: ¿cómo no voy a saber lo que como? La realidad es que no lo sabemos, porque la mayor parte de los alimentos que compramos no son naturales, sino procesados o pasan al menos por un proceso industrial.
Así, en la actualidad comemos manzanas rojas, redondas y brillantes, pero que no saben a nada, y nos preguntamos: ¿será que tienen genes de otra especie? ¿tendrá algún agroquímico que me perjudique? Nada de esto lo podemos controlar nosotros. Debemos confiar ciegamente en los sistemas reguladores.
Pero hoy en día, si nos ponemos a analizar, es muy difícil encontrar alimentos producidos como antes, hoy nos venden yogures con diferentes bacilos y bacterias y nosotros debemos confiar en lo que la publicidad nos vende, pues no tenemos otra forma de saber de qué se tratan dichos agentes que acaban en nuestro cuerpo.
Además de alimentos genéticamente modificados, hoy desconocemos si a las carnes les inyectan hormonas, si poseen restos de químicos, si el envase es el adecuado y su conservación también, si posee conservantes y aditivos que pueden afectarnos, y hasta hemos escuchado de nutrigenómica y de nanoalimentos. ¿Eso comeremos en un futuro? ¿Qué es?
Es triste saber que cada vez tenemos más de estos alimentos y menos de los caseros, aquellos elaborados por nosotros, donde nada sera oculto. Hoy la gente prefiere comprar congelados de carne procesada que no nos permite ver si es carne o es una mezcla de cereales, un poco de saborizantes, colorantes y restos de algún tipo de carne, a comprar un trozo de carne y elaborar su propia hamburguesa en casa.
Es raro pensar en esto pero es lo que nos pasa, y la antropóloga del artículo que leía lo describe de una manera un tanto graciosa y un tanto cruel: “los alimentos de hoy se han transformado en OCNIs. No sabemos lo que comemos“.
En VItónica | Analfabetos alimentarios: un término del siglo XXI
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