Entre las frutas de temporada por estos meses del año, se encuentran el melón y la sandía, ambos muy similares en forma y aspecto pero con muchas diferencias entre si. Por eso desarrollamos el debate del verano en este post: melón vs. sandía.
Sandía vs. melón
Son ambas frutas que encuentran su mejor época de producción y consumo durante el verano, poseen alto contenido acuoso y por eso favorecen la hidratación pero igualmente presentan algunas diferencias que a continuación mostramos:
Melón: buena fuente de antioxidantes y potasio
Esta fruta de la cual encontramos algunas variedades, posee en promedio 55 Kcal por cada 100 gramos y aporta hidratos en proporciones que rondan el 15%, siendo muchos de ellos azúcares naturales, acompañados de fibra y de variedad de micronutrientes.
Entre sus minerales destaca el aporte de potasio, semejante al plátano, así como su contenido en magnesio. Por su parte, aporta variedad de vitaminas del complejo B, carotenos y vitamina A en altas proporciones y vitamina C en proporciones semejantes a un kiwi.
Su contenido acuoso es de aproximadamente un 85% y por ello sigue siendo una fruta refrescante, con alta densidad de nutrientes buenos para el organismo que puede ayudarnos a calmar las ansias de dulces con facilidad, así como hidratarnos mediante lo que comemos.
Sandía: más ligera e hidratante
La sandía, a diferencia del melón, posee un contenido de agua cercano al 95%, de allí que sea una fruta mucho más ligera (28 Kcal por cada 100 gramos) e hidratante.
Asimismo, poseen menos hidratos complejos y azúcares que el melón y su concentración de nutrientes también es inferior en cuanto a potasio, magnesio, vitamina C, carotenos y vitamina A, aunque posee mayores proporciones de vitaminas del complejo B, sobre todo, ácido fólico.
La sandía es por todo esto, mucho más ligera que el melón pero igualmente saciante debido a su gran volumen y su sabor dulce destaca de todas formas pues son los hidratos el nutriente que predomina al igual que en otras frutas.
¿Sandía o melón para el verano?
Son frutas similares en cuanto aporte de agua pero con muchas diferencias como mostramos antes. Sin embargo, al igual que otras frutas no podemos decir que una es mejor que otra sino que ambas tienen lugar en el marco de una dieta saludable.
Quizás si queremos más agua para favorecer la hidratación debamos escoger sandía, mientras que el melón sea una fuente más concentrada de nutrientes buenos para el organismo.
Igualmente, ambas frutas pueden ser saciantes y ayudarnos a comer más sano y podemos incluirlas en variedad de platos refrescantes durante el verano.
Por ejemplo, podemos elaborar un gazpacho de sandía o crema de melón ideal para una cena calurosa, o bien, podemos acudir a entrantes y aperitivos muy nutritivos como unas brochetas de melón con salmón o unos makis de melón y jamón.
Para una comida o a modo de guarnición podemos elaborar sabrosas ensaladas a base de estas frutas, como puede ser una ensalada de melón cantalupo con queso feta y lima, ensalada de melón y queso gorgonzola, ensalada mediterránea de sandía y queso feta o ensalada de rúcula, melón y lomo
Por supuesto, en postres y otros platos dulces también van muy bien la sandía y melón, pudiendo elaborar desde sorbetes y polos con las mismas hasta platos más originales como una sopa de melón y frutas o unas bolitas de melón con yogur a la menta.
Hay muchas diferencias entre sandía y melón pese a tener algunas similitudes, pero ambas son frutas nutritivas, ligeras e ideales para disfrutar este verano.
Imagen | Pixabay y Directo al Paladar
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