Mitos alimentarios a examen y desmontados por el nutricionista Aitor Sánchez

Seguro que si sois lectores asiduos de Vitónica ya conocéis a Aitor Sánchez (@midietacojea en Twitter), uno de los nutricionistas estrella a los que seguimos. Los vídeos de sus conferencias y sus intervenciones en el programa "Esto me suena" de Radio Nacional ya han formado parte de nuestros artículos anteriormente con contenido muy interesante.

Hace unos días Aitor dio una charla con posterior coloquio sobre los mitos alimentarios más comunes y los fue desmontando uno por uno. A continuación os dejamos el vídeo de la charla-coloquio íntegra y un resumen con los puntos más importantes tratados en ella. Un buen repaso a todos esos mitos alimentarios que están en boca de tanta gente. ¡Dentro vídeo!

El problema de los mitos alimentarios es que nos bombardean día a día con ellos a través de la publicidad, de modo que es necesario que los profesionales de la nutrición nos echen una mano para reconocerlos, saber por qué son falsos y cómo podemos alejarnos de nuestro día a día.

Adiós a los mitos alimentarios

  1. Los "superalimentos" o alimentos funcionales no funcionan como creemos: nuestra salud o la salud de una de nuestras partes del cuerpo en concreto no depende de un alimento en concreto, sino del compendio de nutrientes que ingerimos en nuestra dieta (entendida como "alimentación diaria").
  2. No, lo ideal no es "comer un poco de todo": hay alimentos saludables y menos saludables, hay alimentos que nos predisponen a sufrir ciertas enfermedades y hay otros que nos ayudan a prevenir otras. La industria es quien nos dice que hay que comer de todo porque, evidentemente, nos lo quieren vender.
  3. Una dieta equilibrada no es lo mismo que una dieta saludable: a este tema le dedicamos un post en su momento ilustrado con un vídeo de Aitor. Una dieta puede tener todos sus nutrientes en la correcta proporción, y aún así que estos provengan de comida basura.
  4. ¿Todo lo natural es bueno? "Que las cosas sean saludables o no, no depende de su origen". El aceite de palma es natural, por poner un ejemplo, tiene un origen natural. Lo ideal es fomentar el consumo de materias primas: hacer la compra en el mercado en lugar de en el súper es el primer paso.
  5. Los productos que te ayudan, ¿seguro que te ayudan? En ocasiones la industria nos motiva a comprar determinados productos o suplementos bajo la premisa de que contribuyen al normal funcionamiento de nuestro organismo, cuando realmente no los necesitamos o podemos encontrar esa vitamina que contienen en otros alimentos en mayor cantidad y además más baratos. Aitor pone el ejemplo del filete de salmón, que nos aporta la misma cantidad de DHA que 81 cápsulas de este suplemento.
  6. Los alimentos que tienen colesterol no nos suben el colesterol: mención especial a los huevos y a su no-incidencia en nuestro nivel de colesterol. Hay productos, como la bollería elaborada con margarina, no tiene colesterol y sin embargo sí hace que nos suba el colesterol. Nuestro nivel de colesterol depende más de otros nutrientes, como las grasas y su procedencia.
  7. No hay evidencia científica que nos indique que hay que comer 5 veces al día ni de que el desayuno sea la comida más importante del día: siempre que nos atengamos a nuestras necesidades nutricionales, podemos comer las veces que mejor nos venga, no hay un número que beneficie por encima de otros. El desayuno será una comida importante en función de lo que incluyas en él: si en la que consideras la comida más importante del día te hinchas a azúcar proveniente de cereales comerciales (sí, los de "dieta" también suelen llevar azúcar), estás echándola a perder.
  8. La falacia del "balance patético": o cómo no es correcto depender solamente del balance energético. No es más que una herramienta de la industria para vender: "tienes que hacer ejercicio para quemar lo que ingieres (pero sigue comiendo toda esa comida basura que promocionamos)". No consiste solo en moverte, que sí es importante, sino en cuidar la alimentación evitando la comida basura.
  9. Las grasas no son el problema: hace años se pensaba que la obesidad estaba causada por las grasas, ya que contienen más del doble de calorías que los otros macronutrientes (las proteínas y los carbohidratos). Más importante que la cantidad es la calidad de esas grasas que consumimos: las grasas son necesarias para el buen funcionamiento de nuestro organismo.
  10. Cuidado con la pirámide nutricional: en la base de la pirámide nutricional tradicional siempre se han encontrado los cereales y las harinas refinadas, el azúcar (¡el azúcar!), el pan y la pasta. Realmente para tener una alimentación saludable, esos alimentos no deberían encontrarse en ese escalón, sino bastante más arriba. Debemos preguntarnos quién ha puesto ahí esos alimentos y por qué, ¿hay intereses de la industria? Mejor que basarnos en la pirámide nutricional podemos echar mano del MyPlate o Healthy Eating Plate.

Os recomiendo que veáis el vídeo completo, incluido el coloquio posterior donde se tratan algunas cuestiones interesantes como el consumo de leche en adultos, si la dieta vegetariana es más saludable que una dieta omnívora, si el colesterol es un buen marcador de riesgo cardiovascular, etc.

Imagen | iStock
Vídeo | Mi dieta cojea
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