Siempre recomendamos la inclusión de alimentos de temporada en nuestra dieta habitual que son los que conseguimos a una buena relación precio calidad. Por eso te mostramos 13 frutas de verano y dejamos 47 recetas para incluirlas en tu mesa diaria.
Melocotón, fuente de valiosos minerales
Constituye una de las frutas de hueso más populares que podemos disfrutar durante el verano, ofreciendo potasio en elevadas proporciones así como, magnesio, fósforo, carotenos y vitamina A.
Con melocotón podemos preparar platos dulces como un batido con yogur, unos polos helados saludables y ligeros, unos melocotones a la plancha o bien, preparaciones saladas como una ensalada caprese; una ensalada con jamón serrano o un gazpacho sin pan.
Paraguayas, paraguayo o melocotón chato
Se trata de una especie de melocotón chato, de sabor muy similar al que todos conocemos pero un poco más suave. Posee un alto contenido de agua y fibra y también una buena fuente de potasio.
Se puede incluir como el melocotón tradicional a platos varios como por ejemplo, a un pollo con salsa de paraguayas o unas brochetas de frutas frescas que podemos degustar como postre o snack saludable.
Nectarinas, ideal para comer con piel
Es como un melocotón de piel lisa y fina que permite consumirse como tal (sin pelar) tras un previo lavado adecuado. Ofrece gran frescura a diferentes platos siendo fuente de fibra y potasio en elevadas proporciones.
Con nectarinas podemos preparar unos polos helados o también preparaciones saladas como una ensalada de gambones y rúcula con nectarina a la parrilla o bien una ensalada de nectarina, aguacate y remolacha.
Ciruelas, para sumar fibra a la dieta en verano
Constituyen una de las frutas de verano o de hueso más ricas en antioxidantes y en fibra para el organismo, ofreciendo también una mínima cantidad de vitamina C y de potasio.
Con ciruelas podemos elaborar preparaciones varias como por ejemplo una ensalada refrescante junto a tomates y pepinos, una salsa para pescados o bien, platos dulces como un batido o un pastel de ciruelas amarillas.
Melón: refrescante e hidratante
El melón junto a la sandía es de las alternativas más hidratantes que podemos conseguir durante el verano, ofreciéndonos además de agua un alto porcentaje de potasio y en este caso también de carotenos con función antioxidante.
Con melón podemos preparar helado sin azúcar muy sano, un postre de bolitas de melón con yogur, unas brochetas para el aperitivo, una ensalada refrescante que podemos degustar como cena o bien un gazpacho muy fácil de realizar.
Cerezas, colmadas de antioxidantes
Constituyen una gran fuente de fibra y antioxidantes para el organismo ofreciendo potasio, vitamina C y vitaminas del grupo B en apreciables cantidades, sin aportar demasiadas calorías.
Las cerezas son perfectas para degustar como tal, o bien para decorar y añadir a diferentes platos de forma sencilla. Así, podemos preparar una ensalada de pollo con garbanzos y cerezas, unas barquitas de papaya con yogur y cerezas perfectas para el desayuno, un salmorejo o unos polos muy fáciles de realizar.
Albaricoques, fuente de carotenos y vitamina A
Son pequeñas frutas de hueso que nos pueden brindar potasio, ácido fólico, carotenos, vitamina A y compuestos antioxidantes al organismo, resultando especialmente beneficioso en esta época del año para el cuidado de la piel y la vista ante el sol.
Con albaricoques podemos elaborar variedad de preparaciones como por ejemplo, una ensalada con quinoa, una tosta que podemos disfrutar en el aperitivo o bien en desayunos y meriendas, o unas pita pizza muy fáciles de realizar ideal para una cena saludable.
Sandía, la fruta más ligera del verano
Sin duda es la alternativa con mayor proporción de agua en su interior, siendo por eso una fruta muy ligera e hidratante que ofrece además, carotenos, potasio y vitaminas del grupo B
Con sandía podemos preparar desde una fresca ensalada hasta un gazpacho, un granizado, o unos polos muy fáciles de realizar.
Frambuesas, ideales para sumar vitamina C a la dieta
Constituyen un pequeño fruto rojo colmado de fibra y antioxidantes, fuente de polifenoles con efecto antiinflamatorio en el organismo y resulta ideal para sumar vitamina C a la dieta durante el verano.
Podemos incorporar frambuesas para decorar diversos platos o bien como parte de preparaciones cómo puede ser un pastel fitness de avena, un soufflé de avena y frutos rojos, unos polos o bien ensaladas como una ensalada de pollo asado y frambuesas.
Peras, una opción más fácil de digerir
Constituyen otra de las frutas que encuentran su mejor temporada de consumo en verano y además de ser fuente de fibra como la pectina, agua y potasio, las peras son una buena opción para quienes buscan llevar una dieta fácil de digerir, sobre todo si se consume cocida.
Con peras podemos elaborar un pastel sin azúcar y sin gluten, un risotto meloso, un bocadillo o una tarta ideal para el postre.
Arándanos: bajos en hidratos y concentrados en vitamina C
Los arándanos son una de las frutas que más proteínas y menos hidratos concentran en su interior, ofreciendo además una alta proporción de fibra y vitamina C al organismo.
Con estas pequeñas frutas podemos elaborar unos polos fáciles de realizar, unas zanahorias sobre salsa de yogur especiada con arándanos, una ensalada o una avena horneada para el desayuno y la merienda.
Brevas e higos, un bocado dulce muy sano
Tanto brevas como higos se pueden conseguir en esta temporada a una excelente calidad y concentran una gran proporción de azúcares naturales qué se acompañan de fibra, potasio y calcio vegetal en apreciables cantidades.
Las brevas constituyen el anticipo a los higos siendo ambas frutas de excelente calidad nutricional. Con ellas podemos elaborar una tarta, un postre saludable sin azúcar añadido, una ensalada, una tosta ideal para el aperitivo.
Imagen | Jumstory
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