¿Pechuga de pollo o pechuga de pavo? Estas son las diferencias nutricionales entre ambas

Entre las carnes blancas que encontramos a nuestra disposición, el pollo y el pavo son opciones frecuentes y de gran calidad nutricional, aunque en gran medida depende de la presa o corte escogido de cada uno de ellos. Sin embargo, la pechuga de pollo y pechuga de pavo son buenas alternativas y te mostramos las diferencias nutricionales entre ambas.

Pechuga de pavo: muchas menos grasas y calorías

Tanto la pechuga de pavo como la pechuga de pollo son fuente de proteínas de alta calidad nutricional y bajo contenido graso, siendo además, carnes fáciles de digerir.

Sin embargo, la pechuga de pavo posee muchas menos grasas en su interior: mientras que la pechuga de pollo ronda el 7% de grasas, la pechuga de pavo no alcanza el 2% de este nutriente en su interior.

Por esta razón, la pechuga de pavo también aporta menos calorías con un aporte de proteínas similar que en promedio se encuentra en 25 gramos por cada 100 gramos.

Respecto al contenido en colesterol, la pechuga de pavo posee también una proporción inferior que la pechuga de pollo, no alcanzando los 50 mg de este lípido por cada 100 gramos mientras que en el pollo supera los 80 mg.

Mejor perfil de micronutrientes en pechuga de pavo

Más allá de los nutrientes principales como son proteínas y grasas, en las carnes en general encontramos minerales como el hierro o el potasio y vitaminas entre las que destacan las del grupo B y sobre todo, ácido fólico.

Así, en la pechuga de pavo encontramos un perfil de micronutrientes superior, aportando igual proporción de hierro que la pechuga de pollo pero más potasio y menos sodio, siendo por ello una opción más beneficiosa para quienes tienen hipertensión arterial y cuidar la salud cardiovascular.

Asimismo, en la pechuga de pavo tenemos cantidades superiores de ácido fólico y muchas menos purinas que en la pechuga de pollo, siendo por ello una opción más favorable para quienes tienen ácido úrico alto en sangre.


Calorías (Kcal) Proteínas (g) Grasas (g) Colesterol (mg) Sodio (mg) Potasio (mg) Fósforo (mg) Hierro (mg) Ácido fólico (ug)
Pechuga de pavo 109,5 24 1,5 48 46 333 180 1 15
Pechuga de pollo 157 23,5 7 80 66 260 212 1 9

¿Cuál elegir?

Aunque después de analizar las diferencias nutricionales podríamos pensar que la pechuga de pavo es la mejor opción, la realidad es que ambas son carnes muy nobles, con proteínas magras que brindan saciedad al organismo y así, de utilidad al momento de perder peso.

Lo recomendable es variar las fuentes de proteína de la dieta y acompañar siempre estas u otras carnes con ingredientes ricos en fibra como frutas y verduras varias, por ejemplo.

Asimismo, podemos escoger acorde a nuestras preferencias personales, recordando que en términos de grasas y de minerales la pechuga de pavo puede ser más favorable.

Algunas recetas con pechuga de pavo y pechuga de pollo que podemos incluir en nuestra dieta son:

Imagen | Pixabay y Vitónica

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