Qué elegir del menú cuando se come fuera de casa (y II)


La semana pasada en la primera entrada de qué elegir del menú cuando se come fuera de casa os hablábamos de lo importante de evitar los restaurantes de comida rápida, saber elegir el restaurante óptimo, la elección del primer plato, del segundo plato y del postre idoneo para esas ocasiones.

En esta nueva entrada vamos a hablar de algo muy importante, la bebida y el pan. Está claro que lo ideal es comer de todo y de una forma equilibrada pero muchos de nosotros cuidamos nuestra dieta para rendir mejor en ciertos momentos, sobre todo si estamos en definición, así que estos conceptos quizá van un poco más orientados a todos aquellos que queremos cuidar la dieta en todos los sitios.

Además os vamos a puntualizar unas pautas a seguir a la hora de comer en un restaurante, pero como siempre, debemos saber que para una dieta equilibrada lo ideal es no privarse de nada pero hay ciertos alimentos que debemos comer en ocasiones puntuales y no hacer de ellos la clave en nuestra dieta.

Qué hay del pan

Normalmente debemos intentar evitar comer demasiado pan. El cereal es una excelente fuente de fibra e hidratos de carbono, pero no conviene abusar. Con una pequeña pieza tenemos suficiente, y en el caso de que el primer plato sea una fuente alta de hidratos como pasta o arroz deberíamos remitirlo completamente.

Además, el pan es el máximo provocador en una mesa ya que nos va a incitar constantemente a untar las salsas cargadas de grasas, así que si no tenemos pan no untaremos tanto con lo que dejaremos en el plato la mayor parte de los condimentos que nos pueden hacer elevar la ingesta e grasa en una comida.

La bebida

Sobre la bebida que debe acompañar la comida es sin duda el agua, y si se desea tomar vino o cerveza (en caso de no tener que conducir ni que afecte a la actividad laboral), solicitarlo por copas, pues ya sabemos que aunque son bebidas saludables, contienen alcohol y éste debe tomarse con moderación, además de que tienen un elevado aporte calórico.

El agua debe ser la alternativa a los refrescos. Este tipo de bebidas están muy azucaradas, y además tienen gas, que no favorece la buena digestión. Los licores de sobremesa provocan somnolencia y no son adecuados para después de trabajar. Lo mejor es el agua, y más en verano, una época en la que el cuerpo requiere hidratarse constantemente. También es recomendable tomar un vasito de vino en la comida.

De hecho, recientemente, el periódico británico ‘The Guardian’ publicaba que un hospital británico administra a diario un par de copas de vino tinto a los enfermos del corazón para que se beneficien de sus cualidades antioxidantes. Según muchos estudios científicos, beber vino con moderación reduce un 50% el riesgo de sufrir infartos.

Los chupitos y las infusiones

En muchas ocasiones habremos oído que los chupitos al final de la comida nos van a ayudar a realizar la digestión, pero esto no es para nada cierto, es una simple leyenda urbana, y aunque el restaurante te invite con uno tras el postre, intenta evitarlo ya que no te servirán de tan milagrosa opción.

La mejor alternativa a los chupitos son sin duda las infusiones de té o incluso el café (para los que no tienen intolerancia a la cafeína) ya que estas además de ser una buena forma de tonificarnos también nos va a favorecer la digestión. Otras infusiones sin cafeína (menta poleo) también son beneficiosas.

Recordar que a la hora de endulzarlas es mejor hacerlo con con edulcorantes artificiales, que no te dé vergüenza pedirlo para el café aunque hayamos comido opíparamente, puesto que una bolsita de azúcar suele tener unos 10 gramos de azúcar que puede disparar la segregación de insulina y ser el empuje suficiente para acumular la grasa ingerida.

Claves o pautas a tener en cuenta

  • Evita frituras y seleccionar alimentos asados, a la parrilla, al vapor o cocidos.

  • No comas pan antes que llegue la comida.

  • Pedir porciones de tamaño normal, y en el caso de ser porciones grandes deja siempre algo en el plato

  • Como guarnición sustituye las patatas fritas por patatas cocidas o al vapor o ensalada.

  • Para bocadillos elige carne sin grasa, jamón, o fiambre de pavo o pollo con pan integral.

  • Si quieres una comida ligera como sólo el primer plato como comida principal.

  • Al comer ensaladas no eches nada de mayonesa, ni salsas con mucha grasa, así que pude la salsa aparte siempre y toma pequeñas cantidades para aliñar tu plato.

  • Comer primero los platos con menos calorías porque nos ayudarán a saciarnos antes.

  • Si eres de comer mucho evita los bufetes o bares de ensaladas libres porque seguro que no te controlas.

  • Si quieres tomar postre opta por fruta fresca, zumos naturales, infusiones o café.

  • Si necesitas algo más dulce compartelo con tu compañero.

  • Bebe agua siempre y evita tomar refrescos, gaseosas o bebidas endulzadas.

  • Una copita de vino en la comida ayuda a la digestión pero no es imprescindible.

Imagen | Wikimedia Commons, Wikimedia Commons, Wikimedia commons

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